sábado, 25 de junio de 2011

¿DIOS? ¿QUÉ DIOS?

Leía atentamente los comentarios de algunas personas en un enlace de youtube, video que versaba sobre un documental donde aparece un hombre que realiza un suicidio asistido.

Tanto la Eutanasia como el Suicidio Asistido son formas de morir dignamente. Si yo tuviera una enfermedad terminal donde mi calidad de vida se deteriorara rápidamente me gustaría poder hacer uso de mi derecho a morir dignamente. Porque no solo se trata de vivir con dignidad, se trata también de poder morir de la forma que yo elija. Se trata de permitirme no seguir viviendo si vivir implica que sufra yo y mi entorno.

Hasta ahí nada nuevo, es una discusión que se da en el mundo desde hace tiempo. 

Lo curioso es ver cómo las personas defienden posiciones que someten a los demás. Por ejemplo, una persona en ese enlace de youtube condenaba a ese hombre a pasar la eternidad en el infierno. Esa es una manera de poner valor a las acciones de otros. Para mi es muy respetable cada opinión sobre este o cualquier otro tema siempre y cuando esa opinión no conduzca sobrevaluar mi forma de vivir suponiendo que es la "verdadera" y cualquiera que se aleje de mi escala axiológica es el "malo/a", es el "pecador/a". 

¿Quién se pone en los zapatos de esa persona que decide terminar con su vida? ¿Quién piensa por un momento si esa decisión es la más acertada para esa persona que no quiere seguir viviendo en condiciones indignas? ¿A nadie se le ocurrió que quizás esa persona no crea en un/a Dios/a y en consecuencia se encuentre alejada de la tiranía religiosa?

¡Cómo nos cuesta sentir empatía por el otro o la otra! ¡Cómo nos perturba sospechar que esa muleta mal llamada "fe" pudiera romperse! Y es que si eso sucede nos tendremos que hacer cargo de nuestras propias vidas, y eso implica tener que elegir y sostener esa elección sin tener a quién o a qué culpar cuando esa elección es equivocada.

Creo en la libertad de expresión, creo en las distintas maneras de ver la realidad, pero no creo ni avalo la descalificación y la condena en aras de esa libertad.

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