martes, 27 de marzo de 2012

CUANDO EL ODIO SE MATERIALIZA

FOTO: Mendocinxs por la Igualdad
La inquisición volvió a darnos un bofetón. No parecemos sociedades que superaron los fantasmas del pasado, sino que por el contrario, los alimentamos a diario.

Los alimentamos cada vez que decimos “síganle dandosubsidios a los negros”, como pasó con una pancarta que llevaban a una marcha para pedir por la muerte de Emanuel Páez, o cuando nos horrorizamos porque un pibe de 17 años se saca fotos en calzoncillos en el interior de una iglesia, pero hacemos mutis por el foro cuando un religioso dice que “la pedofilia es un regalo de Dios” o que “violar la fe es 10.000 veces peor que violar a una hija”. O cuando creemos que está bien que la policía apalee a una travesti “para que se vista como un hombre y no ande generando escándalos por ahí”. O cuando pensamos “por algo le pegó” cuando una mujer es víctima de violencia. O cuando sospechamos que esa chica violada y embarazada de esa violación “provocó la situación” y nos hacemos los defensores más férreos de los niños por nacer mientras les damos la espalda a los que ya nacieron y mendigan por las calles. O cuando permitimos que se humille, se golpee brutalmente, se mutile y se mate a un chico porque decidió vivir su sexualidad como la sentía. 

Los grupos fundamentalistas existen en todos los países del mundo, la gran diferencia es que en algunos contamos con garantías legales. Los hermanos chilenos ni siquiera cuentan con políticas de Derechos Humanos claras, tampoco con Leyes Antidiscriminatorias. En ese contexto es muy difícil que el colectivo LGBT encuentre protección legal. 

Estas cosas pasan cuando un país está gobernado por fracciones políticas de derecha. Si Argentina estuviera gobernada por la derecha hoy tendríamos genocidas en libertad, no tendríamos ley de matrimonio igualitario, no tendríamos fallos judiciales que garanticen el aborto legal, seguro y gratuito para las víctimas de ataques sexuales, tampoco tendríamos reconocimiento de la identidad de género en algunas provincias, etc.

¿Ahora nos podemos imaginar lo que sucede en Chile? La muerte de Daniel Zamudio es un problema mucho más profundo de lo que la prensa chilena nos quiere hacer creer. No es un hecho aislado. Es un problema estructural de las políticas de un estado conservador e hipócrita que pretende que toda América Latina hagamos de cuenta que no pasó nada. Pero lo cierto es que en las calles se pasean grupos de gente con ideologías nazis y lo peor de todo es que consiguen hacer daño.

En nuestro país también tenemos problemas de violencia irracional, injustificada, homófoba y autoritaria. En Trelew, provincia de Chubut, la policía está acusada de violar a un menor de 16 años en sus dependencias y ahora está siendo investigada por matar a puñaladas al único testigo del hecho. El chico se llamaba Bruno Rodriguez y se supone que era un “testigo protegido”. 

Insisto en que la culpa es nuestra, de la sociedad. Tanto en Chile como en Argentina permitimos que esas cosas sucedan porque en nuestra cabeza está siempre el “algo habrán hecho”. La víctima siempre es merecedora de su desventura: o por gay, o por trans, o por mujer, o por lo que fuera. Lo cierto es que somos una sociedad hipócrita, somos una sociedad no comprometida con los demás y constantemente estamos mirando para el otro lado en vez de intentar vivir en la diferencia que es, en definitiva, lo que nos hace mejores seres humanos.

domingo, 25 de marzo de 2012

MADRES DE LA PLAZA, EL PUEBLO LAS ABRAZA.

La mañana comenzó temprano para mí. A las siete y cuarto me desperté y a las nueve ya estaba abriendo la puerta de la oficina en la que trabajo. 

Llegué antes que cualquiera de mis compañerxs. Me había asaltado una sensación extraña. De repente me encontraba solo en un lugar donde muy pocos tenían la mínima idea de qué significaba ese día. Para la gran mayoría sólo se trataba de un feriado más impuesto por  nuestra “caprichosa” Presidenta.

Media hora más tarde la oficina se llenaba del bullicio de lxs operadorxs. El café y el mate comenzaron a seducir mi sentido del olfato, pero nada que me hiciera salir de esa sensación tan particular como, en algún punto, incómoda. 

El ambiente en general era de descontento. Mi ánimo también. Pero había una diferencia coyuntural entre su decepción y la mía. La coincidencia: ningunx de nosotrxs quería estar allí.

Ese día comprendí lo que significa el 24 de marzo para el común denominador de la gente. Su deseo era estar en sus casas durmiendo o quizás paseando con sus familias o amigos. Yo deseaba estar en casa preparando lo necesario para asistir a la Marcha por la Memoria, Verdad y Justicia que cada año organizan los Organismos de Derechos Humanos de la provincia.

MADRES CORAJE

Son muchas las personas que no toman conciencia de lo que el 24 de marzo representa. Los hijos de la democracia porque jamás vivieron en dictadura y los hijos de la dictadura por que jamás se comprometieron o, simplemente, porque suponen que esta marcha está orquestada por el gobierno nacional.

Luego, en la tarde, nos reunimos con algunxs amigxs para marchar acompañando a las Madres de la Plaza en su reclamo de justicia por sus muertos y desaparecidos. Me embriagaba un sentimiento raro pero bello: una mezcla de duelo y algarabía. Percibí por primera vez lo que significa realmente empatizar. Entendí claramente aquello que Hebe siempre repite y que hasta entonces no lo sentí: El Otro Soy Yo.  Me condolí con los hijos porque sentí que yo mismo podría ser uno de ellos, soy un hijo de esa nefasta dictadura y hoy me siento un hijo de esas madres que tanto sufrimiento las volvió fuertes e inquebrantables. Y me sentí feliz. Por fin esta democracia da pasos firmes. Pensé en Alfonsín y disculpé sus leyes de Obediencia Debida y Punto Final porque realmente había recibido una bomba de tiempo e hizo lo que pudo. Me indigné con los indultos menemistas porque fueron negociados del poder de turno, las corporaciones, los medios como el grupo Clarín, la misma Iglesia que pretende ser ingenua, y esos nefastos que desaparecieron a treinta mil personas. 

Y finalmente me regocijé pensando en que es la primera vez en la historia de la Argentina que un gobierno juzga y encarcela a los genocidas, que elige la vía de los derechos humanos antes que los negociados poderosos y que les da respuestas a las pobres viejas que han tenido que gastar zapatos dando vueltas a las plazas de sus ciudades.  Y pensé: la plaza San Martín no será lo mismo sin las madres.

viernes, 23 de marzo de 2012

FALLOS FALLADOS

Urtubey y Perez con sus trajes de Gobernadores.
Hoy el Gobernador de Mendoza dijo en declaraciones públicas que la provincia no va a adherir al fallo que la Corte Suprema de Justicia de la Nación  dictara en relación a Aborto No Punible en caso de Violaciones.
Con Pérez ya son dos los gobernadores que desoirán el histórico fallo. Junto con Salta, Mendoza será otra provincia objetora de conciencia que se negará a realizar abortos seguros en hospitales públicos, vulnerando de este modo el derecho de las mujeres a la autonomía sobre sus propios cuerpos y también violando la legislación vigente, por que el artículo 86 del Código Penal no penaliza el aborto en caso de violación o ataque sexual.

Claramente Pérez y Urtubey temen las represalias divinas provenientes del mismísimo Dior, ¿o será que temen las represalias políticas que devienen de la mismísima Iglesia Católica? Quizás teman que si se convierten en “muertos políticos” los respectivos arzobispos de Salta y Mendoza no quieran darles la extremaunción. O tal vez de tan a la izquierda y derecha que se encuentran ambos gobernadores se besan en los labios, por que Pérez es el representante del Proyecto Nacional y Popular en Mendoza y Urtubey representa al PJ de derecha y a 5 sectores más del mismo tenor en la provincia de Salta. 

Lo cierto es que ambos dijeron estar en contra de reconocimientos básicos como lo fue en su momento Matrimonio Igualitario (o para los más conservas Matrimonio Gay), dijeron públicamente no respaldar Identidad de Género, incluso no piensan hacer nada para la derogación o nulidad de los artículos discriminatorios de los Códigos de Faltas (los que criminalizan homosexualidad, travestismo y trabajo sexual). 

Ahora nos encontramos con esto. Salen crispados por un fallo que en realidad no habilita un aborto legal, seguro y gratuito para todas las mujeres y en cualquier caso, simplemente ratifica lo que ya es legal según el Código Penal: en caso de violación la mujer puede optar por realizarse un aborto en condiciones seguras.

Les horroriza pensar que este fallo sea el puntapié inicial de un debate mucho más profundo y que, en definitiva, es una deuda que los gobiernos tienen con las mujeres. 

Durante siglos se ha marginado, condenado, estigmatizado, vulnerado, atropellado, etc.,  los derechos de las mujeres. Fueron ellas quienes a base de esfuerzo y de unión han conseguido que se les reconozcan sus derechos en casi todos los ámbitos, pero queda, entre otras cosas, el derecho de decidir cuándo, cuántos y con quién tener hijxs. Ese derecho es inalienable y es, en resumidas cuentas, un derecho humano. 

Por eso es que debemos decir basta a la imposición de criterios medievales, extractos de pensamientos cristianos con los que se nos pretende obligar a vivir como si esos criterios fueran “la ley” y como tal, se debe “imponer” a todxs lxs ciudadanxs. 

El camino hacia la plena afirmación de los derechos humanos ya comenzó. Estamos viviendo un momento propicio para exigir a los gobiernos el respeto por el/la otrx, solo es cuestión de decidirnos a acompañar a los organismos de Derechos Humanos, a las organizaciones sociales y a lxs pocxs funcionarixs públicxs que dan la cara sin temer a convertirse en olvido.

lunes, 19 de marzo de 2012

HABÍA UNA VEZ...


Había una vez, en un tiempo no muy lejano, una niña que había nacido en un país conmocionado por las continuas luchas políticas inmersas en el resto del mundo bipolar donde la vida se dividía en comunismo y capitalismo.

Esa niña, que sentía y se expresaba como tal pero que su cuerpo era de niño, empezaba a crecer bajo el reinado de los monstruos dictatoriales que condujeron las políticas de la región durante toda la década del 70 y principios de los 80. Esa niña que no quería ser niño se vio obligada a esconder todo sentimiento contrario a su género biológico porque de no hacerlo esos monstruos hubieran acabado con su vida.

La cultura, la religión y la sociedad obligaban a esa niña a ser niño, pero el sentimiento de quién era ella en verdad pudo más y así se fue convirtiendo, transformando, como la mariposa, en una hermosa joven.

Pero ese mundo no estaba en condiciones de comprender que existía mucho más que esa dualidad dominante, entonces se convirtió en objeto de burlas y juicios de valores vetustos, primitivos, obtusos, decorosamente rancios, exigentes de una moral ignominiosa, excluyente, sectaria, intransigente, condenatoria de toda forma de felicidad y deseo separados de las tradiciones y costumbres infames de una sociedad recelosa.

Con el correr de los años esa niña que se transformó en esa joven, finalmente logro ser una mujer valiente y aguerrida que desafió toda norma preexistente. Y entendiéndose en su diferencia encabezó una lucha desigual contra el poder absurdo que las sociedades patriarcales imponen desde las costumbres rígidas que las iglesias asignan.

Su lucha fue decisiva en el reconocimiento de los derechos de muchxs otrxs que se encontraban en su misma situación. Pero no pudo ver su pelea ganada porque esa mujer valerosa un día no despertó.

Y esa niña que nació niño fue sepultada con un nombre que no le pertenecía, irrespetada y humillada por que su epitafio indicaba que en esa tumba yacía un hombre y no aquella mujer combativa que antes luchó por ser reconocida.

Hoy, lxs que la sobrevivimos, nos vemos en la obligación de reivindicar su memoria y su lucha exigiendo que todas las personas, se sientan quienes se sientan, se vean reflejadas ante el espejo y la sociedad con un documento que las legitime. Hoy tenemos que lograr que todas las Claudia Pía de nuestro país puedan vivir y morir dignamente.

domingo, 11 de marzo de 2012

LA ERA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Aunque todo se sucedió de la manera más pacífica posible, los incidentes no se hicieron esperar en la I Marcha del Orgullo Gay organizada en la ciudad de San Rafael, en el sur mendocino.

Lxs católicxs de esa localidad, reaccionarios, fundamentalistas y de mente cuadrangular enviaron una carta al Intendente Emir Félix para "proteger" a la catedral principal del paso de los manifestantes. Convocaron a los "hombres" católicos a hacer una barrera "viril" alrededor de la iglesia con el objeto de preservar el fanatismo y alentar a otrxs a violentar a lxs manifestantes de la marcha. 
FOTO: HUGO MUR

Reza la carta que la protesta del colectivo LGBT es una provocación. Yo no sabía que exigir el reconocimiento de la identidad de las personas es una provocación, o que expresarla según unx la sienta sea desafiante. 

No estamos frente a un problema menor. En un país en el que el Matrimonio entre personas del mismo o diferente sexo es una realidad y con el debate instalado en el Congreso de la Nación sobre la Identidad de Género, es inaceptable que se permita y se de curso a estas formas de odio.

Y son precisamente algunxs católicxs quienes pregonan el "amor al prójimo". Creo que deberán replantearse su definición de prójimo. Creo que para ellos prójimo es aquel/la que piensa y siente como ellxs. Para nosotros "el otro soy yo" y con esto intentamos empatizar con quienes son diferentes a nosotros y en respeto a esa diferencia tratamos de aceptarlxs como pares.

FOTO: HUGO MUR
Cuando pienso que "el otro soy yo" estoy haciendo propios sus reclamos y sus problemáticas, estoy secundando sus luchas que muchas veces, desde una perspectiva individualista, no son las mías, pero entiendo que reconocer los derechos que las personas tienen, aunque a mi no me afecte directamente, es construir una sociedad mejor, más justa e inclusiva.

Somos nosotrxs quienes tenemos que dar el paso que falta para evolucionar a la siguiente Era. Ellos, la gente como Ricardo S. Curutchet de San Rafael o en su momento Ernesto Lamuedra, vivirán por siempre en la Edad Media, mientras que nosotros pasaremos a la Era de los Derechos Humanos donde no existirán represores ideológicos o de la fe que controlen nuestras mentes, nuestros cuerpos y nuestros destinos y el "amor al prójimo" será una realidad.

Fuentes: http://laventanadigital.com.ar/index.php/actualidad/sociedad/301-polemica-carta-contra-la-qmarcha-del-orgulloq

domingo, 4 de marzo de 2012

COPLAS POR LA MUERTE DE SU PADRE

Recuerde el alma dormida,          
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte              
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,             
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,                           
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar             
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos        
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;                          
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos          
y los ricos.

Invocación:

Dejo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus ficciones,            
que traen yerbas secretas
sus sabores;
A aquél sólo me encomiendo,
aquél sólo invoco yo
de verdad,                           
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada          
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,             
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.                         

Este mundo bueno fue
si bien usáramos de él
como debemos,
porque, según nuestra fe,
es para ganar aquél                  
que atendemos.
Aun aquel hijo de Dios,
para subirnos al cielo
descendió
a nacer acá entre nos,               
y a vivir en este suelo
do murió.

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,                          
que en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdamos:
de ellas deshace la edad,
de ellas casos desastrados           
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallecen.

Decidme: la hermosura,             
la gentil frescura y tez
de la cara,
el color y la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?                       
Las mañas y ligereza
y la fuerza corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal              
de senectud.

Pues la sangre de los godos,
y el linaje y la nobleza
tan crecida,
¡por cuántas vías y modos            
se pierde su gran alteza             
en esta vida!
Unos, por poco valer,
¡por cuán bajos y abatidos
que los tienen!                      
otros que, por no tener,             
con oficios no debidos
se mantienen.

Los estados y riqueza
que nos dejan a deshora,             
¿quién lo duda?                  
no les pidamos firmeza,
pues son de una señora
que se muda.
Que bienes son de Fortuna            
que revuelven con su rueda           
presurosa,
la cual no puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.                         

Pero digo que acompañen              
y lleguen hasta la huesa
con su dueño:
por eso nos engañen,
pues se va la vida apriesa           
como sueño;                      
y los deleites de acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
y los tormentos de allá,             
que por ellos esperamos,              
eternales.

Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos,                         
no son sino corredores,              
y la muerte, la celada
en que caemos.
No mirando nuestro daño,
corremos a rienda suelta             
sin parar;                       
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.

Si fuese en nuestro poder          
hacer la cara hermosa                
corporal,
como podemos hacer
el alma tan glorïosa,
angelical,                           
¡qué diligencia tan viva             
tuviéramos toda hora,
y tan presta,
en componer la cativa,
dejándonos la señora                 
descompuesta!                    

Esos reyes poderosos
que vemos por escrituras
ya pasadas,
por casos tristes, llorosos,         
fueron sus buenas venturas           
trastornadas;
así que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
y prelados,                          
así los trata la muerte              
como a los pobres pastores
de ganados.

Dejemos a los troyanos,
que sus males no los vimos           
ni sus glorias;
dejemos a los romanos,
aunque oímos y leímos
sus historias.
No curemos de saber                  
lo de aquel siglo pasado
qué fue de ello;
vengamos a lo de ayer,
que también es olvidado
como aquello.                        

¿Qué se hizo el rey don Juan?
Los infantes de Aragón
¿qué se hicieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué fue de tanta invención           
como trajeron?
Las justas y los torneos,
paramentos, bordaduras
y cimeras,
¿fueron sino devaneos?               
¿qué fueron sino verduras
de las eras?

¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?                          
¿Qué se hicieron las llamas          
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas                
que tañían?
¿Qué se hizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían?

Pues el otro, su heredero,         
don Enrique, ¡qué poderes
alcanzaba!
¡Cuán blando, cuán halaguero
el mundo con sus placeres
se le daba!                          
Mas verás cuán enemigo,
cuán contrario, cuán cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuán poco duró con él               
lo que le dio!

Las dádivas desmedidas,
los edificios reales
llenos de oro,
las vajillas tan febridas,           
los enriques y reales
del tesoro;
los jaeces, los caballos
de sus gentes y atavíos
tan sobrados,                        
¿dónde iremos a buscallos?
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?

Pues su hermano el inocente,
que en su vida sucesor               
se llamó,
¡qué corte tan excelente
tuvo y cuánto gran señor
le siguió!
Mas, como fuese mortal,              
metióle la muerte luego
en su fragua.
¡Oh, juïcio divinal,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua!                        

Pues aquel gran Condestable,
maestre que conocimos
tan privado,
no cumple que de él se hable,        
sino sólo que lo vimos               
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas y sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?          
¿Qué fueron sino pesares
al dejar?

Y los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como reyes,                          
que a los grandes y medianos
trajeron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
que tan alta fue subida              
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
fue amatada?

Tantos duques excelentes,          
tantos marqueses y condes
y varones
como vimos tan potentes,
di, muerte, ¿dó los escondes
y traspones?                         
Y las sus claras hazañas
que hicieron en las guerras
y en las paces,
cuando tú, cruda, te ensañas,
con tu fuerza las atierras           
y deshaces.

Las huestes innumerables,
los pendones, estandartes
y banderas,
los castillos impugnables,           
los muros y baluartes
y barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha?                      
que si tú vienes airada,
todo lo pasas de claro
con tu flecha.

Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso                   
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros          
no cumple que los alabe,
pues los vieron,   
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron.                       

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué maestro de esforzados           
y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Cuán benigno a los sujetos!         
¡A los bravos y dañosos,
qué león!

En ventura Octaviano;
Julio César en vencer
y batallar;                          
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
y trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad                  
con alegría;
en su brazo, Aureliano;
Marco Tulio en la verdad
que prometía.

Antonio Pío en clemencia;          
Marco Aurelio en igualdad
del semblante;
Adriano en elocuencia;
Teodosio en humanidad
y buen talante;                      
Aurelio Alejandro fue
en disciplina y rigor
de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo en el gran amor               
de su tierra.

No dejó grandes tesoros,
ni alcanzó muchas riquezas
ni vajillas;
mas hizo guerra a los moros,         
ganando sus fortalezas
y sus villas;
y en las lides que venció,
muchos moros y caballos
se perdieron;                        
y en este oficio ganó
las rentas y los vasallos
que le dieron.

Pues por su honra y estado,
en otros tiempos pasados,            
¿cómo se hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos y criados
se sostuvo.
Después que hechos famosos           
hizo en esta misma guerra
que hacía,
hizo tratos tan honrosos
que le dieron aún más tierra
que tenía.                           

Estas sus viejas historias
que con su brazo pintó
en juventud, 
con otras nuevas victorias
ahora las renovó                     
en senectud.
Por su grande habilidad,
por méritos y ancianía
bien gastada,
alcanzó la dignidad                  
de la gran Caballería
de la Espada.

Y sus villas y sus tierras
ocupadas de tiranos
las halló;                           
mas por cercos y por guerras
y por fuerza de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró             
fue servido,
dígalo el de Portugal
y en Castilla quien siguió
su partido.
                                 
Después de puesta la vida          
tantas veces por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero:                           
después de tanta hazaña
a que no puede bastar
cuenta cierta,
en la su villa de Ocaña
vino la muerte a llamar              
a su puerta,

diciendo: «Buen caballero,
dejad el mundo engañoso
y su halago;
vuestro corazón de acero,            
muestre su esfuerzo famoso
en este trago;
y pues de vida y salud
hicisteis tan poca cuenta
por la fama,                         
esfuércese la virtud
para sufrir esta afrenta
que os llama.

No se os haga tan amarga
la batalla temerosa                  
que esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dejáis,
(aunque esta vida de honor           
tampoco no es eternal
ni verdadera);
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal
perecedera.                          

El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados             
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,              
con trabajos y aflicciones
contra moros.

Y pues vos, claro varón,
tanta sangre derramasteis
de paganos,                          
esperad el galardón
que en este mundo ganasteis
por las manos;
y con esta confianza
y con la fe tan entera               
que tenéis,
partid con buena esperanza,
que esta otra vida tercera
ganaréis.»

«No tengamos tiempo ya             
en esta vida mezquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo;                           
y consiento en mi morir
con voluntad placentera,
clara y pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera         
es locura.

Oración:

Tú, que por nuestra maldad,
tomaste forma servil
y bajo nombre;
tú, que a tu divinidad               
juntaste cosa tan vil
como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos
sufriste sin resistencia
en tu persona,                       
no por mis merecimientos,
mas por tu sola clemencia
me perdona.»

Fin:

Así, con tal entender,
todos sentidos humanos               
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio        
(en cual la dio en el cielo
en su gloria),
que aunque la vida perdió
dejónos harto consuelo
su memoria.
 
Jorge Manrique
1440 - 1479 

sábado, 3 de marzo de 2012

DURO CON ELLA

DURO CON ELLA !! YO SOY DOCENTE Y NO SE LO PERDONO !!!
DURO CON ELLA !! YO SOY OPOSITOR, ASI QUE APROVECHO Y QUE SE CAGUE !!
DURO CON ELLA !! TAL VES ESTÉ ARREPENTIDA ?? NO ES MI PROBLEMA, VAMOS A MACHACARLE CONSTANTEMENTE !!
Duro con ella, duro. Se equivocó fiero en la cantidad de horas diarias de trabajo docente y en los meses de vacaciones. Eso es imperdonable. Duro con ella ahora que se equivocó. Qué importa el 6,47 % del PBI para la Educación. Qué importa que sea el presupuesto educativo más alto de la Historia Argentina y el más alto de la América Latina. Duro con ella. Qué importan las 1.300 escuelas construidas por el kirchnerismo. Qué importan las millones de computadoras para los pibes y las pibas de nuestro pueblo. Qué importa la Asignación Universal por Hijo y las vacunas para los alumnos. Se equivocó y alcanza para darle duro. ¿Qué me importa que digan que los chicos pobres de Tilcara y el pobrerío de Lomas de Zamora la amen y le agradezcan cada vez que la ven porque ellos ahora tienen escuela, sus padres tienen trabajo y el pueblo tiene patria nuevamente? Eso es pura demagogia. Se equivocó, viejo, y la tendrá que pagar. Qué importa que haya vuelto la Escuela Técnica y se haya creado un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Qué importa Tecnópolis y su discurso educativo. Duro con ella. Qué importa que se defiendan las Malvinas y se esté en plena pelea contra el colonialismo inglés. ¡Por favor, no me vengas con tu nacionalismo!. Qué importan los juicios a los genocidas y que le rinda homenaje a Baltazar Garzón. ¿Qué tiene que ver eso?. Qué importan los 45 millones de libros repartidos por su Gobierno. Son todos detalles. ¿Entendés? De-ta-lles. ¿Cómo decís? ¿Que los pibes de los laburantes no pudieron tener su primer día de clase por culpa del paro docente? ¡Y si ahora dicen que ya no van a comer a las escuelas sino a aprender! Que esperen un par de días más y listo. ¿Que podían hacer otra medida de fuerza pero sin joder a los pibes? Es otro detalle. ¿Que ahora se prendieron a apoyarlos Magnetto y su Clarín, Mitre y su Nación y lo que ellos llaman el gorilaje de izquierda y de derecha? ¿Y yo que culpa tengo? Pero no te voy a permitir que me digas ni gorila ni trosco, eh. Se equivocó fiero y no es asunto mío. Duro con ella. ¿Que yo digo que mejor que hacer es decir y mejor que realizar es prometer? No me chicanees. Si vos sabes que se equivocó.

Oscar Osvaldo Diez