Urtubey y Perez con sus trajes de Gobernadores. |
Hoy el Gobernador de Mendoza dijo en declaraciones públicas
que la provincia no va a adherir al fallo que la Corte Suprema de Justicia de
la Nación dictara en relación a Aborto
No Punible en caso de Violaciones.
Con Pérez ya son dos los gobernadores que desoirán el
histórico fallo. Junto con Salta, Mendoza será otra provincia objetora de
conciencia que se negará a realizar abortos seguros en hospitales públicos,
vulnerando de este modo el derecho de las mujeres a la autonomía sobre sus
propios cuerpos y también violando la legislación vigente, por que el artículo
86 del Código Penal no penaliza el aborto en caso de violación o ataque sexual.
Claramente Pérez y Urtubey temen las represalias divinas
provenientes del mismísimo Dior, ¿o será que temen las represalias políticas
que devienen de la mismísima Iglesia Católica? Quizás teman que si se
convierten en “muertos políticos” los respectivos arzobispos de Salta y Mendoza
no quieran darles la extremaunción. O tal vez de tan a la izquierda y derecha
que se encuentran ambos gobernadores se besan en los labios, por que Pérez es
el representante del Proyecto Nacional y Popular en Mendoza y Urtubey
representa al PJ de derecha y a 5 sectores más del mismo tenor en la provincia
de Salta.
Lo cierto es que ambos dijeron estar en contra de
reconocimientos básicos como lo fue en su momento Matrimonio Igualitario (o
para los más conservas Matrimonio Gay), dijeron públicamente no respaldar
Identidad de Género, incluso no piensan hacer nada para la derogación o nulidad
de los artículos discriminatorios de los Códigos de Faltas (los que criminalizan
homosexualidad, travestismo y trabajo sexual).
Ahora nos encontramos con esto. Salen crispados por un fallo
que en realidad no habilita un aborto legal, seguro y gratuito para todas las
mujeres y en cualquier caso, simplemente ratifica lo que ya es legal según el
Código Penal: en caso de violación la mujer puede optar por realizarse un
aborto en condiciones seguras.
Les horroriza pensar que este fallo sea el puntapié inicial
de un debate mucho más profundo y que, en definitiva, es una deuda que los
gobiernos tienen con las mujeres.
Durante siglos se ha marginado, condenado, estigmatizado,
vulnerado, atropellado, etc., los
derechos de las mujeres. Fueron ellas quienes a base de esfuerzo y de unión han
conseguido que se les reconozcan sus derechos en casi todos los ámbitos, pero
queda, entre otras cosas, el derecho de decidir cuándo, cuántos y con quién
tener hijxs. Ese derecho es inalienable y es, en resumidas cuentas, un derecho
humano.
Por eso es que debemos decir basta a la imposición de
criterios medievales, extractos de pensamientos cristianos con los que se nos
pretende obligar a vivir como si esos criterios fueran “la ley” y como tal, se
debe “imponer” a todxs lxs ciudadanxs.
El camino hacia la plena afirmación de los derechos humanos
ya comenzó. Estamos viviendo un momento propicio para exigir a los gobiernos el
respeto por el/la otrx, solo es cuestión de decidirnos a acompañar a los
organismos de Derechos Humanos, a las organizaciones sociales y a lxs pocxs
funcionarixs públicxs que dan la cara sin temer a convertirse en olvido.