domingo, 25 de diciembre de 2011

FIESTA DE LOS EXCESOS

¿Qué es la navidad?
La palabra navidad deviene del término latín nativitas que significa "nacimiento". La navidad como festividad es muy posterior a la fundación del cristianismo, ya que data del siglo III de nuestro tiempo, coincidiendo con la fiesta del Sol Invencible de los romanos. Esto nos da una pista, según William J. Thige, de la falta de originalidad de esta festividad, contemplando que se desarrolla en el marco de la necesidad de la naciente Iglesia Católica de convertir a lxs paganxs. 

Además, todas y cada una de las religiones esparcidas por el mundo tienen una fiesta similar.

La navidad es exactamente igual para la mayoría de los cristianos (Católicxs, Evangélicxs, Protestantxs, Mormonxs, etc.) ya que se festeja el 25 de diciembre conmemorando el nacimiento de Jesús de Nazaret. 

Para lxs judíxs la festividad importante es la celebración del Hannukah o "Fiesta de las Luces", una conmemoración celebrada durante ocho días, representando la derrota de lxs helenxs y la recuperación de la independencia judía a manos de lxs macabexs sobre lxs griegxs, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C. La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»). La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y fines de diciembre del calendario gregoriano.

Para lxs hindúes el "Diwali" o "la fiesta de las luces" es el paralelo con la navidad cristiana. El festival conmemora la vuelta del dios Ram a su reino de Ayodhya tras catorce años en el exilio, en los que vence al rey diablo de Lanka (la Sri Lanka actual). Se dice que su camino fue iluminado con lámparas, velas y dibujos tradicionales y que fue recibido con gran pompa a su vuelta a casa. Para conmemorar la victoria demiúrgica del bien sobre el mal y rendir culto a Ram, que se aventuró al exilio sólo para complacer a su padre, las casas y los comercios indios aparecen hoy engalanados con luces de todos los colores.

Para lxs musulmanxs lo más parecido a la navidad es el Mawlid Al Nabí que conmemora el día del nacimiento de Mahoma, que cobró importancia cuando lxs musulmanxs se encontraron con lxs cristianxs que festejaban el día del nacimiento de Jesús. La fecha de Mawlid Al Nabi es el 12 de Rabí al-awwal.

También el Budismo posee su propia Navidad, si ésta se entiende como una festividad de marcado carácter social. “La Navidad es una fiesta, un regalo. El alimento se convierte en un elemento muy importante y se hace mucha comida para compartir con amigxs. Se extiende a todo el mes de diciembre, que es la estación festiva por excelencia en el budismo”, según comenta Shérab-Wang-Mo. 

Lxs Wiccxs celebran Yule alrededor del 21 de diciembre. Es un sabat menor, y está relacionado con los ciclos de la tierra en relación al sol, por lo que su fecha cambiará anualmente, Igual que Ostara, igual que Litha e igual que Mabon. Los que viven en el Hemisferio sur no celebran Yule sino LItha. Los colores correspondientes a Yule son el verde, el dorado, el plateado, el rojo, curiosamente colores "navideños".
El árbol puede ser cualquiera menos un sauco, y la decoración suele hacerse con frutos y luces de colores. Se puede celebrar navidad ya que lxs wiccxs respetan los lazos familiares y fraternales.  Además el nacimiento de Jesús, representa para los paganos el renacimiento del Dios, por lo que no hay ninguna contraposición.

¿Cuestión cultural o cuestión divina?

Como se puede apreciar, la navidad no es en forma alguna una festividad  propiedad legítima de ninguna religión. Cada una profesa y festeja del modo que quiere y esa observancia tiene una estrecha relación con sus cuestiones culturales. Mas bien tiene que ver con la necesidad de cada cultura-religión de dar un inicio o "fecha de inauguración" a su credo. 

Por otro lado, las situaciones históricas, políticas, geográficas, antropológicas, etc., han influído de alguna manera en las diversas religiones y, en consecuencia, la figura simbólica de la navidad. Para poder percatarnos de esto basta con hacer un recorrido histórico de la Navidad Cristiana de los últimos 50 años.

Quiero decir que el espíritu de fiesta es observado de diferentes maneras entre las diferentes religiones e incluso dentro de una misma religión encontramos maneras muy distintas de conceptualizarla. Se van incorporando nuevos simbolismos, nuevas concepciones nuevxs personajes, etc. Sin dudas, en el siglo III d/c no existía la figura del "pino navideño", o la costumbre de dar obsequios y mucho menos la figura de Papá Noel.

Se dice del uso del árbol, adornado y venerado por lxs Druidas de Europa central, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de todos los elementos de la naturaleza forma parte de la celebración del cumpleaños de uno de sus dioses adornando un árbol perenne, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad cristiana. Cuando lxs primerxs cristianxs llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, lxs cristianxs tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado. Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Respecto de Papá Noel, es un personaje inspirado en un obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Se estima que Nicolás de Bari nació cerca del año 280 en Patara, una ciudad del distrito de Licia, en la actual Turquía. Era hijo de una familia acomodada y creció bajo los tirantes deseos de su madre y su padre. Su padre deseaba que siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira (antigua ciudad griega de la Anatolia Egea, actualmente Turquía). Lamentablemente, la peste solucionó su dilema al llevarse a ambxs, mientras trataban de ayudar a lxs enfermxs de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío fue elegido para reemplazarlo. De él, se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre.

Su relación con lxs niñxs nace en una de las historias que indica que alguien acuchilló a varios pequeñxs, entonces el santo rezó por ellxs y obtuvo su curación casi inmediata.

Su mítica fama de repartidor de obsequios se basa en otra historia, que cuenta que un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria, al carecer las muchachas de la dote parecían condenadas a ser "solteronas". Enterado de esto, Nicolás le entregó, al obtener la edad de casarse, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote quien entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos. De ahí se desprende la tradición occidental de dar presentes a los niños en navidad. 

Sin dudas la celebración de la navidad tienen toda su constitución en hechos míticos. Particularmente la navidad cristiana es una suerte de Frankenstein donde tomaron elementos de diferentes culturas paganas que dieron forma a esta noción mercantil del nacimiento de Jesús. 

¿Es la navidad una cuestión de fe o una imposición institucional?

En mi opinión la navidad es una imposición desde sus albores. Si fuera una cuestión de fe, las personas que profesan las diferentes religiones y particularmente lxs cristianxs deberían observar el 25 de diciembre como un día de oración, de austeridad y de comunión con su Dios. Sin embargo no es lo que sucede. La cena de navidad debería respetar el mito del nacimiento de Jesús en un pesebre rodeado de animales de granja en la pobreza más severa. Los obsequios deberían ser cosas que realmente los niños necesiten, tal y como el mito de los tres reyes magos nos cuenta. La reunión debería ser un momento de reflexión y balance entre padre, madre e hijxs.

No obstante, sucede todo lo contrario. La cena de navidad no es otra cosa que la excusa para generar una fiesta. Los días previos las personas entran en un frenesí de compras gastando el dinero que tienen y el que no tienen en ropas, comidas, bebidas, obsequios, pirotecnia, etc.  En nochebuena la gente viste sus mejores galas, el banquete es abundante y las bebidas alcohólicas son protagonistas. Mientras que los reyes magos dieron a Jesús arrope, miel y abrigo, cosas necesarias para su subsistencia, nosotrxs les obsequiamos a lxs niñxs juguetes que desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos. Terminada la cena de navidad, cuyo objeto estuvo lejos de reunirnos para la reflexión y la oración, nuestro destino termina siendo una salida a lugares de diversión nocturna y, al día siguiente, aunque con resaca, nos vamos a pasar el día de un modo más bien vacacional. 

Entonces, la pregunta final es ¿por qué lxs cristianxs y lxs católicxs nos critican a atexs y agnósticxs cuándo le damos un sentido de fiesta a la navidad sin mayor connotación que la oportunidad de reunirnos con nuestras familias y con nuestrxs amigxs? En definitiva todos hacemos lo mismo. No he conocido a nadie que tenga una navidad austera y de reflexión. He visto a todxs esxs cristianxs y católicxs (que nos critican por celebrar una fecha de la cual descreemos) comer hasta reventar, tomar alcohol hasta no recordar nada e insultar sus propias creencias haciendo exactamente lo mismo que haríamos nosotrxs en cualquier celebración. La única diferencia es que nosotrxs somxs honestxs con nosotrxs mismxs y actuamos en consecuencia. Nosotrxs no enviamos deseos ni bendiciones, regalamos ciencia y razón. Nosotrxs no fastidiamos a aquellxs que viven su fe de una forma u otra, simplemente nos limitamos a hacer nuestra propia militancia en nuestrxs propios espacios, respetando la diversidad religiosa, como así al resto de las diversidades.

Por último quisiera decir que nosotrxs, lxs no creyentes, defendemos la igualdad y la inclusión, cosa que muchos de los que se dicen cristianxs, que son más papistas que el papa, yendo poco más de rodillas a la difunta correa, no hacen. Aquellxs que van a la misa de las 20hs en vísperas de noche buena, aquellxs que están en guerra todo el año con otrxs pero el 24 de diciembre a las 00hs se dan el beso de Judas, aquellxs que se rasgan las vestiduras cuándo ven un slogan de "Dios no existe" son lxs mismxs que oprimierxn históricamente a las minorías y estigmatizaron a las mujeres. Son lxs mismxs que dijeron NO a que a muchos otros seres humanos se les reconozca su dignidad de tales mediante legislaciones inclusivas (voto femenino, matrimonio civil, matrimonio igualitario, divorcio vincular, educación sexual integral, ley nacional de sida, etc.). Esxs que comen santos y cagan diablos son lxs mismxs que dicen hoy NO a la identidad de las personas trans, son lxs que dicen NO a que las mujeres interrumpan su embarazo voluntariamente, son lxs que dicen NO incluso cuando ese aborto está contemplado por la ley. Son lxs mismxs que redujeron a las mujeres al lugar de cosas, son lxs mismxs que criminalizaron, patologizaron y excomulgaron a las comunidades LGBTI por sentir diferente, son lxs mismxs que dicen NO a las políticas públicas inclusivas e igualitarias. 
Entonces: ¿Quién le falta el respeto a quién? ¿Nosotrxs por festejar una fiesta que no nos pertenece, pero tampoco les pertenece a ellxs o ellxs por juzgarnos por no creer en su amigo imaginario? 

Salud!