domingo, 25 de diciembre de 2011

FIESTA DE LOS EXCESOS

¿Qué es la navidad?
La palabra navidad deviene del término latín nativitas que significa "nacimiento". La navidad como festividad es muy posterior a la fundación del cristianismo, ya que data del siglo III de nuestro tiempo, coincidiendo con la fiesta del Sol Invencible de los romanos. Esto nos da una pista, según William J. Thige, de la falta de originalidad de esta festividad, contemplando que se desarrolla en el marco de la necesidad de la naciente Iglesia Católica de convertir a lxs paganxs. 

Además, todas y cada una de las religiones esparcidas por el mundo tienen una fiesta similar.

La navidad es exactamente igual para la mayoría de los cristianos (Católicxs, Evangélicxs, Protestantxs, Mormonxs, etc.) ya que se festeja el 25 de diciembre conmemorando el nacimiento de Jesús de Nazaret. 

Para lxs judíxs la festividad importante es la celebración del Hannukah o "Fiesta de las Luces", una conmemoración celebrada durante ocho días, representando la derrota de lxs helenxs y la recuperación de la independencia judía a manos de lxs macabexs sobre lxs griegxs, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C. La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo «piloto»). La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y fines de diciembre del calendario gregoriano.

Para lxs hindúes el "Diwali" o "la fiesta de las luces" es el paralelo con la navidad cristiana. El festival conmemora la vuelta del dios Ram a su reino de Ayodhya tras catorce años en el exilio, en los que vence al rey diablo de Lanka (la Sri Lanka actual). Se dice que su camino fue iluminado con lámparas, velas y dibujos tradicionales y que fue recibido con gran pompa a su vuelta a casa. Para conmemorar la victoria demiúrgica del bien sobre el mal y rendir culto a Ram, que se aventuró al exilio sólo para complacer a su padre, las casas y los comercios indios aparecen hoy engalanados con luces de todos los colores.

Para lxs musulmanxs lo más parecido a la navidad es el Mawlid Al Nabí que conmemora el día del nacimiento de Mahoma, que cobró importancia cuando lxs musulmanxs se encontraron con lxs cristianxs que festejaban el día del nacimiento de Jesús. La fecha de Mawlid Al Nabi es el 12 de Rabí al-awwal.

También el Budismo posee su propia Navidad, si ésta se entiende como una festividad de marcado carácter social. “La Navidad es una fiesta, un regalo. El alimento se convierte en un elemento muy importante y se hace mucha comida para compartir con amigxs. Se extiende a todo el mes de diciembre, que es la estación festiva por excelencia en el budismo”, según comenta Shérab-Wang-Mo. 

Lxs Wiccxs celebran Yule alrededor del 21 de diciembre. Es un sabat menor, y está relacionado con los ciclos de la tierra en relación al sol, por lo que su fecha cambiará anualmente, Igual que Ostara, igual que Litha e igual que Mabon. Los que viven en el Hemisferio sur no celebran Yule sino LItha. Los colores correspondientes a Yule son el verde, el dorado, el plateado, el rojo, curiosamente colores "navideños".
El árbol puede ser cualquiera menos un sauco, y la decoración suele hacerse con frutos y luces de colores. Se puede celebrar navidad ya que lxs wiccxs respetan los lazos familiares y fraternales.  Además el nacimiento de Jesús, representa para los paganos el renacimiento del Dios, por lo que no hay ninguna contraposición.

¿Cuestión cultural o cuestión divina?

Como se puede apreciar, la navidad no es en forma alguna una festividad  propiedad legítima de ninguna religión. Cada una profesa y festeja del modo que quiere y esa observancia tiene una estrecha relación con sus cuestiones culturales. Mas bien tiene que ver con la necesidad de cada cultura-religión de dar un inicio o "fecha de inauguración" a su credo. 

Por otro lado, las situaciones históricas, políticas, geográficas, antropológicas, etc., han influído de alguna manera en las diversas religiones y, en consecuencia, la figura simbólica de la navidad. Para poder percatarnos de esto basta con hacer un recorrido histórico de la Navidad Cristiana de los últimos 50 años.

Quiero decir que el espíritu de fiesta es observado de diferentes maneras entre las diferentes religiones e incluso dentro de una misma religión encontramos maneras muy distintas de conceptualizarla. Se van incorporando nuevos simbolismos, nuevas concepciones nuevxs personajes, etc. Sin dudas, en el siglo III d/c no existía la figura del "pino navideño", o la costumbre de dar obsequios y mucho menos la figura de Papá Noel.

Se dice del uso del árbol, adornado y venerado por lxs Druidas de Europa central, cuyas creencias giraban en torno a la sacralización de todos los elementos de la naturaleza forma parte de la celebración del cumpleaños de uno de sus dioses adornando un árbol perenne, coincidiendo en cercanía con la fecha de la Navidad cristiana. Cuando lxs primerxs cristianxs llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, lxs cristianxs tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado. Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Respecto de Papá Noel, es un personaje inspirado en un obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Se estima que Nicolás de Bari nació cerca del año 280 en Patara, una ciudad del distrito de Licia, en la actual Turquía. Era hijo de una familia acomodada y creció bajo los tirantes deseos de su madre y su padre. Su padre deseaba que siguiera sus pasos comerciales en el Mar Adriático, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira (antigua ciudad griega de la Anatolia Egea, actualmente Turquía). Lamentablemente, la peste solucionó su dilema al llevarse a ambxs, mientras trataban de ayudar a lxs enfermxs de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío fue elegido para reemplazarlo. De él, se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre.

Su relación con lxs niñxs nace en una de las historias que indica que alguien acuchilló a varios pequeñxs, entonces el santo rezó por ellxs y obtuvo su curación casi inmediata.

Su mítica fama de repartidor de obsequios se basa en otra historia, que cuenta que un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria, al carecer las muchachas de la dote parecían condenadas a ser "solteronas". Enterado de esto, Nicolás le entregó, al obtener la edad de casarse, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote quien entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos. De ahí se desprende la tradición occidental de dar presentes a los niños en navidad. 

Sin dudas la celebración de la navidad tienen toda su constitución en hechos míticos. Particularmente la navidad cristiana es una suerte de Frankenstein donde tomaron elementos de diferentes culturas paganas que dieron forma a esta noción mercantil del nacimiento de Jesús. 

¿Es la navidad una cuestión de fe o una imposición institucional?

En mi opinión la navidad es una imposición desde sus albores. Si fuera una cuestión de fe, las personas que profesan las diferentes religiones y particularmente lxs cristianxs deberían observar el 25 de diciembre como un día de oración, de austeridad y de comunión con su Dios. Sin embargo no es lo que sucede. La cena de navidad debería respetar el mito del nacimiento de Jesús en un pesebre rodeado de animales de granja en la pobreza más severa. Los obsequios deberían ser cosas que realmente los niños necesiten, tal y como el mito de los tres reyes magos nos cuenta. La reunión debería ser un momento de reflexión y balance entre padre, madre e hijxs.

No obstante, sucede todo lo contrario. La cena de navidad no es otra cosa que la excusa para generar una fiesta. Los días previos las personas entran en un frenesí de compras gastando el dinero que tienen y el que no tienen en ropas, comidas, bebidas, obsequios, pirotecnia, etc.  En nochebuena la gente viste sus mejores galas, el banquete es abundante y las bebidas alcohólicas son protagonistas. Mientras que los reyes magos dieron a Jesús arrope, miel y abrigo, cosas necesarias para su subsistencia, nosotrxs les obsequiamos a lxs niñxs juguetes que desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos. Terminada la cena de navidad, cuyo objeto estuvo lejos de reunirnos para la reflexión y la oración, nuestro destino termina siendo una salida a lugares de diversión nocturna y, al día siguiente, aunque con resaca, nos vamos a pasar el día de un modo más bien vacacional. 

Entonces, la pregunta final es ¿por qué lxs cristianxs y lxs católicxs nos critican a atexs y agnósticxs cuándo le damos un sentido de fiesta a la navidad sin mayor connotación que la oportunidad de reunirnos con nuestras familias y con nuestrxs amigxs? En definitiva todos hacemos lo mismo. No he conocido a nadie que tenga una navidad austera y de reflexión. He visto a todxs esxs cristianxs y católicxs (que nos critican por celebrar una fecha de la cual descreemos) comer hasta reventar, tomar alcohol hasta no recordar nada e insultar sus propias creencias haciendo exactamente lo mismo que haríamos nosotrxs en cualquier celebración. La única diferencia es que nosotrxs somxs honestxs con nosotrxs mismxs y actuamos en consecuencia. Nosotrxs no enviamos deseos ni bendiciones, regalamos ciencia y razón. Nosotrxs no fastidiamos a aquellxs que viven su fe de una forma u otra, simplemente nos limitamos a hacer nuestra propia militancia en nuestrxs propios espacios, respetando la diversidad religiosa, como así al resto de las diversidades.

Por último quisiera decir que nosotrxs, lxs no creyentes, defendemos la igualdad y la inclusión, cosa que muchos de los que se dicen cristianxs, que son más papistas que el papa, yendo poco más de rodillas a la difunta correa, no hacen. Aquellxs que van a la misa de las 20hs en vísperas de noche buena, aquellxs que están en guerra todo el año con otrxs pero el 24 de diciembre a las 00hs se dan el beso de Judas, aquellxs que se rasgan las vestiduras cuándo ven un slogan de "Dios no existe" son lxs mismxs que oprimierxn históricamente a las minorías y estigmatizaron a las mujeres. Son lxs mismxs que dijeron NO a que a muchos otros seres humanos se les reconozca su dignidad de tales mediante legislaciones inclusivas (voto femenino, matrimonio civil, matrimonio igualitario, divorcio vincular, educación sexual integral, ley nacional de sida, etc.). Esxs que comen santos y cagan diablos son lxs mismxs que dicen hoy NO a la identidad de las personas trans, son lxs que dicen NO a que las mujeres interrumpan su embarazo voluntariamente, son lxs que dicen NO incluso cuando ese aborto está contemplado por la ley. Son lxs mismxs que redujeron a las mujeres al lugar de cosas, son lxs mismxs que criminalizaron, patologizaron y excomulgaron a las comunidades LGBTI por sentir diferente, son lxs mismxs que dicen NO a las políticas públicas inclusivas e igualitarias. 
Entonces: ¿Quién le falta el respeto a quién? ¿Nosotrxs por festejar una fiesta que no nos pertenece, pero tampoco les pertenece a ellxs o ellxs por juzgarnos por no creer en su amigo imaginario? 

Salud!


domingo, 27 de noviembre de 2011

LA VERDAD DETRÁS DE TWITTER

La Revelación:
En la madrugada del 27 de Noviembre de 2011, Dios le habló a mi perra Pancha y le reveló que esta red social fue creada con fines distintos a los que millones de personas han creído, él le dijo que este sitio fue ofrecido a un satánico payaso llamado IT, y que utilizaron sus dos letras centrales (--IT--) para hacer una relación con el nombre del sitio: (twITter). También nuestro Padre Celestial reveló que esto proviene de una secta satánica la cual pertenece Stephen King, quién ya ha sacrificado a muchos usuarios de este sitio en rituales de ese tipo.


Al principio pensamos –Pancha y yo- que esto no podía ser así, porque ¿qué había de malo en esto? ó en tal caso, ¿existiría ese satánico payaso llamado IT? Nosotros éramos usuarios activos del sitio. Pancha había conseguido 666 seguidores, lo que nos llamó la atención, incluso todos los días enviavamos Palabra de Dios que se hacía presente en los sueños de Pancha, por medio de este sitio, más el mensaje de Dios siempre ha sido claro, muchos por ignorancia hemos usado a veces medios que ni sabemos si a Dios le agradan para enviar el mensaje, pero si lo hacemos siendo conscientes somos entonces culpables "pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras." 2 Juan 1:11

La Investigación y las Evidencias Científicas:

Lo primero que se nos ocurrió es hacer una búsqueda en google, (sospechado de satánico porque sus dos letras centrales –OG- harían mención al pecado de la lujuria, porque si le sumamos una T obtenemos una O, una G y una T, lo que traducido al español sería OGT u ojete que es el tracto rectal por donde algunas personas tienen relaciones sexuales libres de posibilidad de embarazos no deseados y/o hacen caca), es porque en realidad sin mentir decimos que al inicio, ni siquiera pensábamos que este "IT" existiera en realidad (¡que incredulidad! ¡Dios no se equivoca!) y lo primero que encontramos es que en realidad, este payaso si existe, y de hace mucho tiempo forma parte de la mitología de Disneylandia (puede ver la información complete en Wikipedia aquí http://es.wikipedia.org/wiki/It )

Pero esto no para allí, IT también es un nombre de Satanás como lo declara explícitamente la biblia católica. (Para aquellos que no crean esto, pueden buscar en internet que ÉL es la denominación de Dios – y de Néstor Kirchner – y ESO es el nombre de Satanás – y de Carlos Menem - o pueden comprar una de esas biblias del Vaticano, aunque NO lo recomendamos)

Así que comprobando que el nombre si existe, seguimos investigando y encontramos una decoración de este demonio, y curiosamente la mayoría de estas decoraciones poseen los colores de Twitter... celeste y blanco, con un pajarito, tal como es y ha sido twitter desde el principio, puede observarse a continuación:

Además de esto, es importante notar que existe una relación entre el nombre twiTTER, porque este IT aparece como uno que se transforma en pajarito, es fusiforme y reúne múltiples personalidades, o sea... puede convertirse en cualquier ave, y esto es en sí la esencia de TWItter (que traducido es gorjeo o vibración de la voz ¿?), un payasito juguetón (curioso) por medio de pajaritos, un ejemplo de esto es la película "Happy Feet" protagonizada por el pingüinito bailarín http://es.wikipedia.org/wiki/Happy_Feet que fue creada en honor al dios IT, la cual, dice que al ponerse a bailar, él entraba en ellos y se volvían traviesos. (Pronto más datos de esto en detalle.)

Pasando lo anterior, nos concentramos en encontrar algún link que hiciera posible relacionar a la cabeza de esta organización (o al que aparenta estar al frente, ya que se rumora que hay personas de mucho poder (económico/político) detrás de él como puede verse aqui: http://in.ternet.es/jack-dorsey-el-dueno-de-twitter) Jack Dorsey con todo este asunto.

Curiosamente, hace poco Cnet hizo publicó un artículo llamado "What's new bird hides twitter?" lo que traducido significa "¿qué esconde el nuevo pajarito de twitter?" http://www.youtube.com/watch?v=kNVzk8iAlKc por el video que hubo en un programa del "Hanna - Barbera" difundido por la no menos demoníaca "Metro Goldwyn Mayer" en el que se puede ver cómo de manera vergonzosa Silvestre desea comerse al pajarito, deseo truncado ante la alerta del ave "porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto." Efesios 5:12 y luego de muchas gotas de sudor (producidas por los nervios) decide hacerlo, y esto es lo que pasó: y para confirmar esto, puede buscarse en google images (usando la frase: "Sylvestre want toe at the bird" o, en español, “Silvestre se quiere lastrar el pajarito”). El logo, muchos lo consideran illuminati (o de orígen oculto), debido a que las alas son bi- es decir, dos - que siguen un diseño en punta y en forma de triángulo, luego, si damos vuelta el pajarito obtendremos triángulos inversos y por último, en el centro se usa una estrella de 6 picos formada por las plumas.

Veamos un ejemplo claro de ésto en la masonería:

Otra evidencia en todo esto, que relaciona indirectamente a Jack Dorsey y su sitio web con un pacto demoniaco y/o ofrecimiento con sacrificio, es lo que se dijo textualmente en Cnet y posteriormente en CBS news acerca de la película llamada "Social Network" ó traducido "Red Social", la cual tenía el siguiente encabezado en promoción: "No puedes hacer 500 millones de amigos sin hacer algunos enemigos".

Esta película fue creada con el fin de dar a conocer la vida de Mark Zuckerberg y cómo FaceBook.com habría comenzado cuando él era un estudiante y adolescente. La crítica completa del proyecto puede verse en "Facebook La Película: Pros de la Revisión" en el siguiente link: http://www.cbsnews.com/8301-501465_162-20016481-501465.html y también en Cnet en http://news.cnet.com/8301-13577_3-20016459-36.html?tag=topStories2

Textualmente dice:

"It seems consciously meta for the characters in "The Social Network" to be talking about creation myths. After all, the film is itself a creation tale of Facebook, as penned by screenwriter Aaron Sorkin and crafted for the screen by Fincher. And in this interpretation, Zuckerberg and Dorsey themselves really are the devil--or, to delve more into the Intro to Mythology class you might recall from college, more the "trickster god" than the devil, a IT with little regard for the status quo, as preoccupied with unmaking as with creating."

que traducido es:

"Parece consciente la meta de los actores de la "Red Social" de hablar acerca de los mitos de la creación. Despues de todo, la película por si misma es el cuento de Facebook como lo escribió el guionista Aaron Sorkin y llevada a la pantalla por Fincher. En esta interpretación, Zuckerberg y Dorsey son realmente el diablo, ó para ahondar más en la introducción a la clase de mitología que quizá recuerde, un "dios embustero" más que un diablo, un IT con poca consideración por el status-quo, precupado por deshacer y por crear."

Resumen de Evidencias:

Comprobado que como Dios dijo, el demonio existe, el nombre dado, es uno de los nombres del diablo, siendo confirmado por la propia biblia cristiana.
Los colores de twitter concuerdan con los colores que se le dan a la mayoría de ilustraciones de este supuesto "payaso" húngaro. (blanco y celeste)
Un "payaso" fusiforme y transformista, lo cual demuestra que el nombre está muy relacionado tal y como lo dijo el Espíritu Santo, al desmembrar el nombre TW e IT (-I-T-) = TWITTER (IT puesto en honor al IT, siendo las letras de su nombre las del centro, el Espíritu Santo dijo que habían hecho el nombre así de acuerdo a lo que el demonio les había dicho que hicieran, por esto escogieron el nombre)
El logo Illuminati oculto en el billete de 100 de hungría
La mención exacta que se hace de IT referente a la película de Stephen King.
Frutos de twitter (expuesto a continuación)

Lo que NO pudimos a este tiempo comprobar, es si se han hecho sacrificios humanos, pero NO nos cabe duda porque el Espíritu Santo no miente y nada hay oculto que no haya de salir a la luz.

Hay mucha tela que cortar con todo esto, podrán decir que no es cierto, pero no pueden negar las evidencias ni la Palabra, porque el mismo Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?"

Veamos algunos ejemplos de los malos frutos:

Lujuria: la gente garcha más en twitter que en facebook;
Gula: la gente come más papas fritas mientras twittea;
Avaricia: la gente pichulea ir al cine para quedarse twitteando en casa;
Pereza: a la gente le da paja salir de su casa y prefiere quedarse twitteando;
Ira: a la gente le sale lo peor de sí cuando lee cosas de Cynthia Hotton o Mauri Macri;
Envidia: la gente se muere de la envidia si una personalidad le contesta a un seguidor y no a ellxs;
Soberbia: Twitter hechiza a las personas y las hace sentirse únicas y poderosas, así postean lo que quieren con toda impunidad.

Y por último, tengan en cuenta que Twitter es una sucursal de los servicios de investigación, como la CIA. Osama Bin Laden fue descubierto por el gobierno norteamericano gracias a un video que twitteó (aquí el link: http://www.youtube.com/watch?v=rf2jwgSXJVM ). Afortunadamente está en el infierno ahora.

Esperamos que medite en lo que ha leído, y que Jehová Dios, Jebús, Alá, Shivá y todo el plantel de deidades abran su entendimiento en este asunto.

P/D: Aquí les dejo el link sobre la constitución del FACEBOOK = LOKI http://www.lecturabiblica.com/AcercaDe.asp?tema=%BFCu%E1l+es+la+verdad+detr%E1s+de+FaceBook%3F

ADOPCIÓN



Cortometraje. Drama. España. 2004. 3 min. 
Director: Sigfrid Monleón. 
Intérpretes: Sigfrid Monleón.

Corto que forma parte de los 32 que integran "¡Hay motivo!", el granito de arena de los principales directores de cine de España durante la campaña electoral de marzo de 2004. Su objetivo es mostrar a la sociedad lo retrógrados y anticuados que han sido los ocho años de gobierno del Partido Popular (con Aznar a la cabeza), para pedir el cambio en las elecciones del 14 de marzo de 2004. (¡Y por suerte, lo consiguieron!).

"Adopción" es la aportación de Sigfrid Monleón, un corto en el que un periodista habla por teléfono con un diputado del Partido Popular que está en el armario. Su caso, hombre gay con pareja estable y un hijo, podría ser el de muchos gays en España. La negativa de este partido de (ultra)derecha a reconocer los derechos de los homosexuales, incluyendo matrimonio y la adopción de menores, es el Leitmotiv de este corto.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Entrevista a Liliana Felipe y Jesusa Rodriguez

El coctel Felipe

Liliana Felipe está una vez más en Argentina, esta vez para ponerles voz a los tangos de Discépolo, de quien, dice la compositora, admira no sólo su lírica, sino también su compromiso político explícito. Mientras intenta recuperar esa pronunciación que empezó a perder cuando se exilió en 1976 para hacerle honor al género que ahora visita, esta mujer de ojos de agua se mete con cuanto tema se tire sobre la mesa: aborto, narcotráfico, activismo gay, matrimonio; siempre que esté cerca su esposa, Jesusa Rodríguez, con quien se casó más de una vez, aunque sólo como un servicio para la comunidad.

Se sienta a la mesa y mira el grabador con desgano, como si adivinara que nada de lo que se dirá después de que ese artefacto se ponga a andar puede interesarle más que una charla de pasillo, aun cuando en esa charla alguien la rete porque eligió a Enrique Santos Discépolo para su nuevo repertorio en lugar de a Homero Manzi. Prefiere esa chicana que le enciende los ojos azules y le suelta la lengua que una sola pregunta más sobre su amor por el piano o el porqué de sus canciones. No tanto por la insistencia en lo que ya no quiere volver a contestar, sino porque esta mujer no ha nacido para estar quieta. La silla parece apenas un punto de referencia para el ir y venir de sus brazos, de su cuerpo entre la mesa y el respaldo, de un vaivén interminable que parece anunciar planes mucho mejores que éste que se le está proponiendo frente a un grabador. Liliana Felipe sentada, sólo es feliz frente al piano, y aun así, frente a ese instrumento que la convierte en una tormenta de energía desbocada como si fuera el arma fetiche que toda superheroína necesita, tampoco se está quieta. Estar quieta no es para ella que es capaz de armarse un show en mes y medio sólo para poder volver al país donde nació y a donde no la sujetaba ningún plan al menos hasta 2012. Estar quieta no es lo suyo y por eso es que es capaz de trocar nostalgia por ensayos y un aporreo de teclas que se rendirán a su hechizo y convertirán a diez tangos de Discépolo en una molotov a lo Felipe, sin mecha y sin nafta, pero con política, amor, dolor y vida cotidiana, ingredientes igualmente explosivos entre sus manos, en su boca, en el fulgor de los ojos azules que se rinden y aceptan contestar una pregunta remanida.

¿Por qué Discépolo?

–Bueno, porque sí. Y porque ese tipo decidió y eligió que lo que él podía hacer no quedara dentro de la nata de la duda de a quién le sirve. El quiso ser y servir a los trabajadores, la clase obrera, a los jodidos de su patria. Quiso que su arte fuera por Perón, por el Perón que a él le tocó. Y yo también creo que en el arte no se puede estar con las patas en una vereda y en la política en otra. Sin embargo, eso es rarísimo en un artista, no sólo comprometerse sino decirlo y asumirlo. Además, el tipo era ingenioso y eficaz. No sé mucho más de él ni quiero saber.

Dice eso y después recuerda la anécdota de su muerte, que le dijo a su amada Tania que tenía frío y que así, como quien se duerme, murió. Dice también que murió de tristeza, algo que ella no se permite aun cuando algo de tristeza se cuele en su mirada al decir que está viviendo un segundo exilio.

¿Tenés ganas de volver a Argentina?

–De volver, no. Pero de alguna manera estamos como exiliadas de nuestro país donde todo es tan oscuro. Parece una tumba de tantos muertos sin sentido. Porque la muerte viene con los narcos ¿y quiénes son los narcos? Los militares, la policía, todos; pero nadie dice que es. Aquí, por lo menos, esos a los que llamaban subversivos tenían una misión, un propósito. En México se acumulan los cadáveres, los desaparecidos y no hay qué reclamar. Es muy parecido a lo que sucedió en Colombia. Argentina tiene que estar alerta, porque éste es un momento delicado. Hay un gobierno que invierte en la gente pero los narcos son también una amenaza.

El exilio, entonces, no es de país sino de la ciudad. Liliana Felipe y su esposa, Jesusa Rodríguez, se han retirado de la ciudad al desierto, a una casa donde las plantas crecen bajo su cuidado y la “naturaleza te va enseñando cosas a lo mejor un poco duras pero de mucha inteligencia, de cómo se reutilizan las energías dentro de la misma naturaleza. Y sobre todo te descansa, porque ver cómo el país se desmembra, la sociedad pierde su tejido de manera vertiginosa y profunda, no hay creación colectiva, pues entonces te tienes que salir de ahí. No es que yo quiera volver, pero sí recuerdo mucho cuando salí de Argentina en 1976. Tardé cinco días en llegar a Lima y ahí de pronto me di cuenta de que en esa ciudad había libros en la calle, figuras del Che y tomé conciencia real de lo mal que estábamos viviendo. Ahora en cambio, me pasa al revés, vengo acá y me doy cuenta de lo que estamos viviendo en México”.

“¿Y no serás tú la que hace caer a los países?” –la que habla es Jesusa, esa mujer pequeñita y morena de pelo recogido en una hebilla hecha de mostacillas y por manos indígenas. Jesusa hace el chiste para desbaratar esa amargura que ninguna de las dos puede evitar frente a la situación política de su país, aun cuando no las inmovilice sino que las lleve a formar parte de una resistencia civil que ya se está organizando “para evitar el fraude electoral que es histórico”, según afirma. Jesusa es mucho más que la esposa de Liliana Felipe, su compañera desde hace 30 años. Es, además, quien pone buena parte de las palabras cuando la compositora hace silencio o cuando, sin más, las palabras le resultan esquivas. La semana pasada, por ejemplo, Liliana Felipe presentó una ponencia en el IV Congreso Iberoamericano de Culturas Públicas, estuvo sentada en la mesa sobre “diversidad” y contó la historia de Juana “la larga”. Pero cuando se le pregunta de qué se trata, Felipe le pasa la posta a su esposa y confiesa: “Es que, en realidad, fue Jesu quien la escribió”. Jesusa contestará sobre la ponencia, pero de inmediato las dos mujeres dejarán que la complicidad que fraguaron en décadas sea la que lleve el diálogo, como si no hubiera más interlocutores que ellas dos.

–Juana fue un personaje de hace 200 años, una persona a la que tuvo en su mira la inquisición en Guatemala, aunque los límites no eran los mismos que ahora entre Guatemala y México. Se la acusó de no ser ni hombre ni mujer. Fue analizada por los médicos de la época, su anatomía fue dibujada... y todo eso quedó en un documento del Archivo General de la Nación. Al parecer, esto de “La larga” era porque tenía un clítoris muy largo. Lo interesante es que 200 años después, esas indagaciones continúan sobre las personas a pesar de que el género es una categoría casi obsoleta, que no tiene ningún sentido porque la conducta social lo ha rebasado más allá de las vías retrógradas que se intentan imponer.

Liliana: –Lo chistoso de esto es que a nosotras nos llamó la atención el nombre, Juana la larga, si me lo ponés así en la mesa te digo que quiero hacer algo con ella, me parece fantástico el personaje y pienso, ¡qué clítoris, nena! Y me imagino unos tipos que están todo el día mirándole el clítoris; cuántas veces la habían excitado para ver si funcionaba...

Jesusa: –Yo creo que la diferencia de género es muy importante en muchas cosas, desde lo orgánico porque un cuerpo puede asumir la reproducción y el otro no, pero fuera de la maternidad me resulta irrelevante e innecesario; es una diferencia hecha sólo para controlar. Es inútil que sigamos en lo mismo, sobre todo cuando las conductas humanas han rebasado en mucho todo ese prejuicio atrasado. El patriarcado es una cuestión económica, yo no veo más que eso, facilidades prácticas y económicas, no tiene otra razón de ser.

Liliana: –¿Dónde era que prácticamente tenías un tipo en tu casa para que no fueras a abortar, que leímos en Debate Feminista?

Jesusa: –Bueno, sí, eso en la época de Ceaucescu...

Liliana: –Y era el marido el que autorizaba todo...

Jesusa: –Pero lo cierto es que si todavía existe la prohibición del matrimonio igualitario y el aborto es sólo porque detrás hay una cuestión económica.

Liliana: –Yo me cansé del mundo gay, es vergonzoso, están todos clavados en su desfile anual y que resulta que es sólo el desfile de las discotecas y no veo que estén apoyando ideas políticas refrescantes ni nada, al contrario están pensando qué comprarse para maquillarse y cuánto les cuesta. Es una cosa totalmente externa. Si ves el video de las muxhes, esas mujeres indígenas que son hombres y que quieren ser las peores mujeres; porque las mujeres no somos eso que ellos quieren ser, no somos esas tipas que estamos pensando sólo en pintarnos las uñas y depilarnos las cejas, no somos ésas...

¿Pero hay una manera de ser mujer?

Liliana: –Yo sí creo que hay una manera de ser mujer, hay muchas mujeres inteligentes, no somos lo que ellos copian o lo que ellos quieren ser...

Jesusa: –Creo que Lili se refiere a ese fenómeno de discoteca que se da con los travestis, que parece que quieren ser personajes fríos y vacíos de la televisión, gastan muchísimo dinero en parecer unas estúpidas que sólo piensan en su maquillaje... Da flojera pensar que la humanidad no avanza aun cuando están rebasados en la vida cotidiana. Está el caso de esta pareja canadiense que no quiere revelar la identidad de género de su hijo o hija para no imponer condicionamientos y están los que se espantan con esto; y a la vez tienes que el nuevo rey de la moda es una reina de la moda, un bosnio guapísimo...

Liliana: –Eso es genial. Y es bellísimo.

Jesusa: –Creo que es completamente irrelevante entonces el género, pero sigue habiendo crímenes de odio y vivimos en la época de las cavernas con gente que reacciona como hace 200 años frente a Juana la larga, asesinando. O también oponiéndose al aborto como si fuera un tema sólo de ética, que lo es, pero también es un sistema de salud pública...

Liliana: –Yo te voy a decir lo que pienso del aborto. Fuimos un día a unos viveros cerca de donde estamos viviendo y de repente empezamos a ver que algo se movía en el piso. Eran como unas cosas muy pequeñitas que se movían y dijimos: “Ay, mira, son perritos, qué bonitos”, los juntamos en una cajita. Y al instante vino una perra flaca, los vio y se los comió. Punto. Eso es lo que pienso, esos perritos no iban a sobrevivir, las mamás son las únicas personas que pueden decidir si quieren, si pueden, quién carajo les tiene que decir quién, cómo y cuándo tener hijos. Y resulta que llevamos mil años en esto y ese barullo mental nos prohíbe ver lo que se está haciendo, el robo constante de los recursos naturales, el colonialismo.

Jesusa: –Lo que digo es que detrás del control del cuerpo de las mujeres y de sus supuestas razones éticas lo que hay es cuestiones bien prácticas, dinero, poder, esas cosas; no encuentro otra razón posible para ciertas cosas, desde la invención de Dios en adelante, puro control, para cuestiones prácticas, económicas o de servicio.

También es cierto que esos modelos de mujer de los que hablan son los modelos disponibles a través de la mayor parte de los medios de comunicación que también funcionan como imposición.

Liliana: –Bueno, sí, es cierto. Pero también es cierto que perdemos demasiado tiempo con ciertas cosas. Por ejemplo, nosotras nos casamos porque fue como una especie de servicio para los que venían, pero yo nunca había pensado que el casamiento era algo que me interese...

Jesusa: –Y menos conmigo...

Liliana: –¿Para qué casarse? El otro día leí que el vestido blanco de las casamenteras es porque a las vacas que iban a ser sacrificadas les ponían una cosa blanca para señalarlas. Qué pureza, era la vaca al matadero. Lo tuvimos que hacer porque es un logro de la comunidad gay, es un logro de la sociedad toda, de la gente que cree que eso elimina un poco las diferencias. Pero para mí no elimina ninguna diferencia, lo hice porque si les sirve a los otros, ante sus familias, bueno lo hacemos. Son pasos minúsculos, pero la igualdad está atrasadísima. La igualdad va para atrás. Porque aun cuando la igualdad sexual avance con pasitos minúsculos, la igualdad económica sólo retrocede. ¿De qué igualdad estamos hablando?

¿No cambió nada la vida cotidiana en México DF a partir de la aprobación del matrimonio para todas las parejas?

Jesusa: –Sí, se han visto cambios muy importantes, pero sobre todo después de la despenalización del aborto.

Liliana: –Y... hay 10 mil muertas menos, para empezar.

Jesusa: –No sé si ése es el número, pero sin duda una buena cantidad de mujeres pudieron salvar sus vidas. Porque no sólo pueden acceder al aborto seguro las que viven en la ciudad sino cualquiera que venga al DF. Y vienen muchas. También hay cambios en relación al matrimonio, hay menos asesinatos por odio.

Liliana: –Sí, bueno, también se ve más libertad en la calle.

Jesusa: –Pero en muchos estados se han afianzado las leyes de odio. Hace poco estuve en Guanajuato, en el centro de México, donde el aborto no punible en caso de violación es ley desde 1946. Hasta hoy ni una sola mujer ha podido ejercer ese derecho, por objeción de conciencia de los médicos, porque los hospitales no lo permiten, por lo que sea...

¿Ser lesbianas fue o es una forma de resistencia a estas formas de control que describían?

Jesusa: –No, es una manera de ser persona, yo ni siquiera soy lesbiana, Lili sí (risas).

Liliana: –Es raro, pero nunca nos lo cuestionamos, ni de jóvenes ni de viejas. No es ni siquiera un tema.

Hablando de resistencias, elegir a Discépolo y resaltar su compromiso político parece todo un gesto frente a ese panorama político mexicano que describían .

Liliana: –Puede ser. De hecho me enteré leyendo algo sobre él que en septiembre del año 1951 hubo un golpe militar encabezado por Luciano Benjamín Menéndez para defender a la oligarquía en contra de Perón. Y me quedé helada porque el mismo tipo que mata a mi hermana es aquél. Inmediatamente mi cerebro hace click, por esa continuidad que antes no había advertido. Y también de pensar en la familia que tuvo que aguantar a este hijo de puta de Menéndez. Me impactó mucho, aunque podría ser una tontería, algo anecdótico.

¿Qué te hace pensar que la familia de Menéndez no compartía sus ideas?

Liliana: –¡No sé! A lo mejor es ingenuidad, porque no puedo creer que alguien, cualquiera se lo pueda aguantar. Pero si querés volver a Discépolo, lo único cierto más allá de las anécdotas es que diez tangos suyos juntos son una bomba.

¿Cómo elegiste esos diez tangos?

–Como fui pudiendo, porque no tenía las partituras, las mandé pedir sin mucho éxito hasta que logré que en Sadaic me dieran algo, fue difícil pero empezando a tocar ya se alivia el conflicto, aunque no es lo mío ser intérprete. Lo mío es la composición. Pero en este caso, soy intérprete y hago los arreglos y se hace algo medio extraño, porque si yo me equivoco tocando cosas mías, pues es mi pedo, ¿no? Alguien podrá decir que me equivoqué, pero siempre con respecto a mis discos, pero si es de otro autor, ahí se pone feo. Y además, me ha pasado algo por primera vez aquí en la Argentina y es estar cantando, levantar la vista o mirar al público y descubrir a más de una cantando conmigo. ¡La gente se las sabe! ¡No me van a perdonar nada!

Tangos pensados en México pero para ser interpretados en Argentina, doble desafío.

–Sí, además tuve que ensayar la pronunciación, al menos la ye la tengo que decir como corresponde. Toda mi argentinidad revisitada.

¿Qué es lo que cargás en esa ilustración con que presentás el espectáculo?

–Un bacalao, pero el bacalao es Jesu –dice y las carcajadas llenan el bar donde Felipe logró mantenerse sentado por un rato, un bar de nombre apropiado para este final, La Prometida.– Una que se convirtió en esposa y que podrá ser una carga a sus espaldas, pero es allí donde la boca de una está cerca del oído de la otra, para esos momentos en que las palabras se vuelven esquivas.

Fuente: Por Marta Dillon - Las 12 - Página 12 - Viernes, 23 de septiembre de 2011

sábado, 12 de noviembre de 2011

II Jornadas de Capacitación y Perfeccionamiento: Diversidades y Derechos Humanos.


II Jornadas de Capacitación y Perfeccionamiento: “Diversidades y Derechos Humanos”.
Destinatarios: Público en General.
Organiza: Asociación Civil “Mendocinxs por la Igualdad”
Invita: Diversidad Socialista. 
Auspicia: Noticias y Universidad.
Adhieren: 
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales – UNCuyo
Secretaría de Extensión, Cooperación y Comunicación Facultad de Ciencias Políticas y Sociales – UNCuyo.
Programa Provincial de Sida.
Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva. 
Programa Nacional de Sida
Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva
Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.
Libres por las Diversidades
AMMAR – Sindicato de Mujeres Meretrices de Argentina.
                                   
Lugar: ATE – Belgrano 1358. Ciudad de Mendoza
Fechas: segunda 16, 17 y 18 de noviembre de  2011
Inscripción: Inscripciones previas por mail a mendocinosporlaigualdad@hotmail.com
Certificaciones: Se otorgará certificado.
Información: 0261-155776883 -  011 - 1563657400



Primera jornada


Silvina Anfuso – “Violaciones a Detenidas en la Última Dictadura Militar”
Raúl Guajardo – “Incidencia de la Diversidad Sexual en las Políticas Partidarias”.
José María Vitaliti – “Derechos vulnerados de Niñxs y Adolescentes”.
Lisandro Soriano – “Situación del VIH/Sida en Mendoza”.

Segunda jornada
Mauricio Carrillo – “Acoso Escolar: Violencia y Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género”.
Sebastián Sosa – “Acción de Nulidad de los artículos discriminatorios del Código de Falta Provincial”.
Fátima Olivares – “Trabajo Sexual: Especificidad frente a la Trata de personas".
Nicolás Linares – “Diagnóstico Participativo Nacional en Diversidad y Salud”.

Tercera  jornada
Laura Schuster – “Sexualidades y Adolescencias”.
Elizabeth Auster – “Autonomía sobre el propio cuerpo”.
Karina Ferraris – “Interrupción Voluntaria del Embarazo”
Mesa Redonda – “Ley de Identidad de Género”.

martes, 8 de noviembre de 2011

La mojigata - Marqués de Sade

El señor de Sernenval, que rondaba los cuarenta años de edad, contaba con unas doce o quince mil libras de renta que gastaba con toda tranquilidad en París, y no ejercía ya la carrera de comercio que antaño había estudiado con miras a conseguir un cargo de regidor. Hacía algunos años había contraído matrimonio con la hija de uno de sus antiguos colegas, cuando ella tenía unos veinticuatro años. No había otra mujer con tanta frescura, con tanta lozanía y tan rellenita como la señora de Sernenval. Aunque no tuviera el físico de las Gracias, resultaba tan apetecible como la mismísima madre del amor, y aunque su apariencia no fuera precisamente la de una reina, emanaba de ella tanta voluptuosidad, con esos ojos tan amorosos y lánguidos, esa boca tan hermosa, esos senos tan redonditos y firmes, que era una de las mujeres más atrayentes de París.

Sin embargo, la señora de Sernenval, tan atractiva como era, adolecía de un defecto insoportable: una infinita mojigatería, una beatería irritante y una actitud tan ridículamente pudorosa que raramente su marido podía convencerla para que se dejara ver en público en su compañía. Tampoco era frecuente que accediera a pasar la noche con él, y cuando se dignaba a otorgarle este placer, lo hacía siempre con el máximo recato, vestida con un horrible camisón del que no se despojaba jamás. Únicamente le permitía la entrada a través de una abertura realizada artísticamente, a tal efecto, en el pórtico del Himeneo, y siempre con la condición de que no intentara ningún otro contacto ni tocamiento deshonesto.

Él respetaba con resignación los pudorosos límites que ella le imponía para evitar que montara en cólera, y por miedo a perder el favor de su mujer, a la que adoraba, aunque tanta mojigatería le resultaba ridícula; por eso, de vez en cuando, intentaba sermonearla.

-No es pasando todo el día en las iglesias, rodeada de curas, como una mujer honesta cumple con sus deberes matrimoniales. Lo primero de todo es atender a los de la propia casa. Harías más honor a los designios del eterno viviendo de forma honrada en el mundo real que enterrándote en las iglesias. Además, esos sementales de María son mucho más peligrosos que mis leales amigos, a los que tú evitas. Como te amo tanto me preocupan seriamente todas esas prácticas religiosas. ¿Y quién me asegura a mí que, en vez de acudir a los altares de Dios, no caigas de vez en cuando en el blando lecho de algún levítico? Esos bribones son de lo más dañino: hablando de Dios es como seducen a nuestras mujeres y a nuestras hijas, y en su nombre nos deshonran y engañan. Todos te consideran un modelo de virtudes, y yo también lo creo ¿pero qué pruebas tengo de que realmente seas digna de esa reputación? Con más facilidad lo creería si te viera salir airosa de los intentos de seducción de otros hombres, pues la esposa que no corre nunca ningún riesgo, y que tan segura se siente de sí misma, se convierte en una víctima fácil.

Ante este tipo de sermones, la señora de Sernenval nunca respondía nada, ya que era evidente que la argumentación no tenía réplica alguna; pero se ponía a llorar, recurso muy común entre las mujeres enamoradas o débiles, y también entre las hipócritas. Ante esto, su marido no se atrevía a seguir.

Esta era la situación cuando un viejo amigo del señor de Sernenval vino desde Nancy con objeto de visitarlo, y también para resolver varios asuntos de negocios que tenía pendientes en la capital. Desportes, así se llamaba este vividor que tenía aproximadamente la misma edad de su amigo, no hacía ascos a ninguno de los placeres que la bienhechora naturaleza ofrece a los hombres para que olviden sus desdichas. Aceptó con agrado alojarse en la casa de Sernenval y se alegró mucho de verlo, aunque se extrañó ante la actitud de la mujer de éste, que desde el momento en que supo de la presencia del extraño se enclaustró en sus habitaciones y no se dejó ver ni a la hora de la comida. Desportes, pensando que su presencia le era incómoda, se ofreció a buscar otro alojamiento, pero su amigo le disuadió de ello y acabó por confesarle las ridiculeces de su bella esposa.

-Tenemos que perdonarla -le rogó el ingenuo esposo- ya que sus innumerables virtudes compensan estos pequeños defectos. Me atrevo a pedir tu comprensión, igual que ella tiene la mía.

-Por mi parte no hay problema -respondió Desportes-. Sabiendo que no se trata de nada personal contra mí, y teniendo en cuenta que es la mujer de quien tanto estimo, no veré en sus defectos más que respetables virtudes.

El señor de Sernenval abrazó a su amigo y desde entonces ya no se ocuparon más que de gozos y placeres.

Si no fuera por la estulticia de dos o tres cernícalos que desde hacía unos cincuenta años controlaban en París la prostitución, y en concreto la de un granuja español que astutamente ganaba cien mil escudos anuales con el negocio de la Inquisición, no cabe duda que dos dignos burgueses como éstos, soltero el uno y casado con una mojigata el otro, hubieran podido acudir con toda legitimidad a uno de los lupanares de la ciudad para divertirse un poco. Pero ya se había instaurado la grosera idea de que, para el buen gobierno de la Nación, era necesario que sus gentes diesen minuciosa cuenta de aquellas partes del cuerpo que más solazan al individuo, porque ello constituía uno de los resortes más efectivos del poder y uno de los pilares más seguros de la virtud. Se habían hecho creíbles ideas absurdas como, por poner un ejemplo, que el hombre al que le gusta admirar los pechos de una mujer es un canalla, pero el que se limita a observar la curva de una cadera sigue siendo un hombre honrado; ocurría, además, que a quien cayera en una de las categorías consideradas como inaceptables, según la moda, se le consideraba el peor enemigo del Estado. Y como este tipo de grotescas infamias logran realmente congelar el deseo de los ciudadanos, al señor de Sernenval ni se le pasó por la cabeza proponer a su amigo semejantes actividades licenciosas.

Dándose cuenta de ello, aunque sin comprender del todo los motivos, Desportes le preguntó por qué se había brindado a gozar con él de todos los placeres de la capital, pero ni siquiera se había atrevido a mencionar éstos. Sernenval aludió a la inoportunas actividades de la Inquisición, pero su amigo se rió y afirmó que con total seguridad, a pesar de todos los informes, listas de alcahuetes y demás actividades disuasorias, él quería ir a cenar con unas prostitutas.

-De acuerdo -respondió el señor de Sernenval-. Para que veas cuál es mi manera de pensar, yo mismo te procuraré estos placeres, pero espero que lo comprendas: por el lazo sentimental que me une a mi esposa, a la que no deseo traicionar, yo me abstendré de ellos.

Desportes se mofó un poco de la actitud de su amigo, pero al comprobar lo inflexible que era en su decisión, lo aceptó y salieron. La popular madame S. fue la sacerdotisa en cuyo templo pensó el señor de Sernenval inmolar a su amigo.

-Necesitamos una mujer honrada y en la que podamos confiar, -le explicó-, ya que mi amigo, al que te pido que atiendas con la mayor solicitud, está pasando una temporada en París y no le gustaría tener que dar malas referencias cuando regrese a su provincia, ni que tú perdieras tu reputación allí. De modo que sé franca, y dinos si cuentas con la mujer adecuada para hacerle gozar con tranquilidad.

-Escucha -contestó madame S-. Sé perfectamente a quién tengo el honor de dirigirme, y no tengo por costumbre engañar a clientes de esta categoría, de modo que voy a hablar con claridad y a demostrarles que soy de fiar. Conozco a la mujer que necesitan; únicamente es necesario acordar el precio. Es una criatura adorable que los cautivará en cuanto la vean, lo que aquí llamamos “un bocado de monje”, y ya saben que entre ellos se encuentran nuestros mejores clientes. Hace tres días el obispo de M pagó por ella veinte luises, ayer el arzobispo de R cincuenta, y esta misma mañana he cobrado por ella otros treinta. A ustedes se la ofrezco por diez luises, para ganar su estima, pero será necesaria la máxima puntualidad en el día y en la hora; tiene un marido tan celoso que no tiene ojos sino para ella, y sólo dispone de algunos ratos en los que le es posible rehuir su vigilancia. De modo que no podrán retrasarse ni un solo minuto de la hora convenida.

Desportes regateó un poco. Jamás ninguna ramera había cobrado diez luises en toda la Lorena. Pero cuanto más insistía él en una rebaja, más ensalzaba madame S su mercancía, así que al fin aceptó.

El encuentro fue acordado para el día siguiente a las diez de la mañana, y la aventura duraría todo el día. Sernenval decidió acompañarlo, pero con la intención de irse pronto y dedicar el resto de la jornada a otras tareas más urgentes. A la hora convenida los dos amigos se presentaron en la casa de citas. La diosa a la que Desportes iba a ofrecerse en sacrificio esperaba allí, en una alcoba levemente iluminada por una luz tenue y voluptuosa.

-Dichoso hijo del amor -dijo el señor de Sernenval, empujando a su amigo hacia el templo- acude presto a los sensuales brazos que te aguardan. Ya me contarás luego, y yo me alegraré infinitamente de tu felicidad. Además, como no sentiré celos de ninguna clase, mi alegría será mucho más pura.

Más de tres horas duró el homenaje, hasta que Desportes por fin salió asegurando que jamás había probado nada parecido, porque ni la mismísima Venus le hubiera podido hacer gozar así.

-¿Dices que es deliciosa? -preguntó Sernenval un tanto acalorado.

-¿Deliciosa? No hay palabras para explicarte ni remotamente cómo es. No hay pincel que pueda describir la voluptuosidad de sensaciones en la que me he visto inmerso. Aparte de los encantos que le ha otorgado la naturaleza, cuenta con un arte tan sensual que aún me siento trasportado. Pruébalo... pruébalo, amigo mío, por favor, y tendrás que reconocer que no hay otra como ella en todo París.

Sernenval se mantuvo firme, pero como se le había despertado cierta curiosidad, pidió a madame S que hiciera pasar a la joven por delante de él cuando saliera de la alcoba. Y así fue. Pero cuando salió la diosa, con un porte orgulloso y altivo... ¡Por Dios! ¡Qué cara se le puso al señor de Sernenval cuando reconoció a su mujer! Era ella... esa mojigata que ni tan siquiera se dejaba ver por los amigos de su esposo, allí, prostituyéndose en una casa de lenocinio.

-¡Canalla! -gritó lleno de furia, pero ya no logró alcanzar a su traicionera esposa que, al verse en evidencia, salió huyendo.

En un estado de agitación indescriptible, Sernenval fue a pedirle cuentas a madame de S; ella le pidió excusas, pero le aseguró que aquella mujer llevaba ya más de diez años trabajando en aquella casa. Desde hace más de diez años, es decir, desde mucho antes de la boda con él.

-¡Esa malvada mujerzuela! -musitó entre sollozos el desventurado esposo, a quien su amigo trataba de consolar en vano-. Pero es mejor así, desprecio es lo único que merece y el mío la cubrirá para siempre. Sin embargo, con esta experiencia cruel he aprendido algo: que jamás se debe juzgar la virtud de las mujeres tomando como referencia su máscara de hipocresía.

Sernenval volvió a su casa, y nunca más volvió a ver a su virtuosa esposa; esa ramera indecente había tomado su propio camino, lo cual a él no le preocupó en absoluto. Desportes se despidió al día siguiente, no deseando imponer su presencia en semejante situación. El desafortunado Sernenval quedó solo, destrozado, lleno de odio y de dolor, y comenzó a redactar un escrito contra las esposas hipócritas que nunca sirvió para corregir a las mujeres de su doblez y que ningún hombre leyó jamás.

sábado, 29 de octubre de 2011

Balada de la Cárcel de Reading - Oscar Wilde

Sir Oscar Wilde
Balada de la cárcel de Reading
   
"Cuando salí de la cárcel, unos me esperaban con ropas y especias; otros, con buenos consejos.
Tú me esperaste con amor" - Oscar Wilde.



I
Ya no llevaba la guerrera roja
pues -la sangre y el vino rojos son,
y sangre y vino reteñían sus manos
cuando a él con la muerta se le halló,
con la mísera muerta que él amara
y a la que él en su lecho asesinó.


El caminaba entre los condenados
con su traje color gris viejo y raído
y su gorro de dril en la cabeza.
Su paso, alegre y ágil parecía,
pero jamás vi a un hombre que mirara
con tan ávido afán la luz del día.

Jamás he visto a un hombre que mirara
con tan ávidos ojos esa tienda
diminuta y azul que los penados
en su cautividad 1laman "el cielo",
y esas nubes movidas por el viento
con sus velas de mar, color de argento.

Y caminaba yo con otras almas
en pena, y en órbita distinta,
y yo me preguntaba si el pecado
de aquel hombre sería pequeño o grande,
cuando una voz atrás me dijo quedo:
"El preso que está allí, va a ser colgado".

¡Ah, Cristo querido! Los mismos muros
del penal parecía que tambalearan!
Volviose un casco de candente acero
el cielo azul sobre nuestras cabezas,
y aunque yo era también un alma triste
ya no pude sentir mi propia pena.


Sólo pude saber qué pensamiento
obsesional precipitó su paso,
y por qué contemplaba con pupilas
tan ávidas la luz del claro día:
¡ese hombre había matado lo que amaba
y tenía que morir por esa causa!

* * *

Sin embargo, -¡y escúchenlo bien todos!-
siempre los hombres matan lo que aman!
Con miradas de odio matan unos,
con palabras de amor los otros matan,
el cobarde asesina con un beso
y el hombre de valor con una espada!

Unos matan su amor cuando son jóvenes,
otros matan su amor cuando son viejos,
con las manos del oro mátanlo unos,
con manos de lujuria otros lo asfixian,
y los más compasivos con puñales
pues los muertos así, pronto se enfrían.

Algunos aman demasiado corto,
algunos aman demasiado largo;
unos venden amor y otros lo compran,
éstos aman vertiendo muchas lágrimas,
sin un leve suspiro aman aquéllos,
porque cada hombre mata lo que ama
aunque no tenga que morir por ello!


Él no muere una muerte vergonzosa
un torvo día de desgracia oscura,
ni tiene un nudo al rededor del cuello,
ni su pálida faz un paño cubre,
ni los dos pies para agarrar el piso
estira en el instante que más sufre.

* * *

No se sienta con hombres silenciosos
que atentos lo custodian noche y día,
que vigilan su llanto cuando llora
y cuando va a rezar sus oraciones,
y hasta el último instante lo vigilan
por miedo de que él mismo pretendiese
robarle su botín a las prisiones.

No se despierta al alba a ver figuras
horribles que en su cuarto se amontonan,
ni al capellán de blanco y tembloroso,
ni al alguacil que está severo y torvo,
ni al jefe del penal todo vestido
con tela de un color negro brillante,
y en su rostro la cara del Destino.

El ya no se levanta con piadosa
ligereza a vestirse de convicto;
en tanto, un doctor ruin y malhablado
anota de sus nervios los latidos,
apretando un reloj entre los dedos
cuyo tic-tac pequeño es parecido
a los golpes que da un martillo horrendo.


El no siente esa sed cruel y enfermante
que abrasa la garganta de la víctima
antes de que el verdugo con sus guantes
de jardinero por la puerta salga
para amarrarlo ya con tres correas,
a fin de que su cálida garganta
el ardor de la sed ya nunca sienta.

No inclina la cabeza fatigada
para oír el Oficio de Difuntos,
ni la inclina tampoco cuando su alma
le dice a solas que no ha muerto aún,
ni cuando yendo ya para el patíbulo
se encuentra en el camino su ataúd.

El ya no mira atentamente el aire
por un pequeño techo de cristal;
con sus labios de arena ya no reza
a fin de su agonía apresurar,
ni en sus mejillas temblorosas siente
el beso taciturno de Caifás.


II
Seis semanas duró aquel sentenciado
paseando por el patio su indolencia,
con su traje color gris, viejo y raído
y su gorro de dril en la cabeza.
Su andar, alegre y ágil parecía,
pero jamás vi a un hombre que mirara
con tan ávido afán la luz del día.


Jamás he visto a un hombre que mirara
con tan ávidos ojos esa tienda
diminuta y azul que los penados
llaman cielo, y las nubes pasajeras
que rielan en vellones encrespados.

No retorcía sus manos como lo hacen
los hombres sin ingenio que se atreven
a erigir la Esperanza tornadiza
en el antro del negro Desespero:
él miraba tan sólo el sol radiante
y bebíase el aire mañanero.

No retorcía sus manos ni lloraba
ni siquiera quejábase en voz baja,
mas bebíase el aire cual si el aire
virtudes saludables contuviese,
y bebíase el sol a boca abierta
así como si el sol un vino fuese.

Y yo, y todas las ánimas en pena
que estábamos en órbitas distintas,
echamos en olvido si fue grande
o si pequeño fue nuestro pecado,
y con torpe mirada asustadiza
mirábamos al que iba a ser colgado.


Era extraño mirarlo cuando andaba
con paso tan ligero y tan alegre,
y extraño mucho más, cuando miraba
la luz del día con ansioso afán;
y extraño era también pensar que este hombre
tenía tan dura deuda que pagar.

* * *

Pues porque en cada primavera brotan
a la encina y al olmo frondas gratas;
más triste es ver el árbol del patíbulo
con sus duras raíces que las víboras
hieren con sus mordiscos más profundos,
y verde o seco, siempre un hombre tiene
que morir, antes de que él dé sus frutos.

El puesto más visible y elevado
es la silla de gracia a la cual tienden
todas las vanidades; sin embargo,
¿quién estaría de pie, sobre un tablado,
con un dócil cordel atado al cuello,
y a través del collar cruel y asesino
por la postrera vez mirar al cielo?

Dulce es bailar al son de los violines
si el Amor y la Vida son propicios;
danzar al son de flautas y laúdes
es siempre un baile delicado y raro;
pero bailar con ágil pie en el aire
no es cosa dulce ni ejercicio grato.


Con sumisión enferma y ojos ávidos,
nosotros lo miramos noche y día,
y a veces divagamos si cada uno
de nosotros tal vez terminaría
en forma parecida, pues ninguno
logra decir en cuál Infierno rojo
puede extraviarse un alma enceguecida.

Por último, una vez, el condenado
ya no más caminó entre los cautivos,
y supe que de pies él había estado
entre la negra celda pavorosa,
y que jamás de nuevo volvería
a ver su rostro alegre o desolado.

Así, cual dos navíos en naufragio
que pasan al furor de una tormenta,
nosotros nos cruzarnos en la vía
de uno y otro, sin hacernos señas
ni decirnos siquiera una palabra;
¡no teníamos palabras qué decirnos
porque no nos hallábamos nosotros
en la noche sagrada y placentera
sino en el día fatal de la Vergüenza!

Un muro de prisión nos rodeaba
a los dos, y dos bandidos éramos,
puesto que el mundo nos había arrojado
de su insensible corazón. Dios mismo
nos alejó también de su cuidado;
la trampa férrea que a la Culpa espera
ya nos había cogido entre su lazo.


III
En la prisión de Debtors Yard, las piedras
duras son, y es alto el chorreado muro;
allí tomaba el aire el prisionero
bajo el cielo de plomo, y un gendarme
a cada lado suyo caminaba
por el terror de que muriese el preso.


O también se sentaba con aquellos
que guardaban su angustia noche y día,
cuando para llorar se levantaba
o cuando se inclinaba para el rezo,
y que lo vigilaban hasta lo último
por temor de que él mismo se robase
su vil presa al patíbulo sangriento.

El jefe del penal era un estricto
cumplidor del severo Reglamento:
el doctor sostenía que la muerte
era un simple fenómeno científico,
y el capellán, dos veces en el día,
un folleto piadoso le dejaba
cuando iba a hacerle la habitual visita.

Y dos veces al día fumaba pipa
y se bebía su jarro de cerveza;
su alma era resuelta y no tenía
un lugar escondido para el miedo;
con frecuencia decía que se alegraba
porque el día de la horca se acercaba.


Pero por qué decía cosas tan raras
los guardas nunca osaron preguntarle,
porque aquel a quien dieron por destino
vigilar una cárcel de desgracia,
sellar debe sus labios con cerrojos
y transformar su rostro en una máscara,

pues también él podría ser ablandado
y dar confortativos y consuelos;
mas... la Humana Piedad, ¿qué hacer podría
mirando el antro de los asesinos?
¿Qué palabra de gracia allí podría
a un alma hermana procurar alivios?

* * *

Con crudo balanceo los presidiarios
al rededor del círculo ensayábamos
la Marcha de los Tontos. ¡Qué importaba!
¡Nosotros bien sabíamos que éramos
tan sólo la Brigada del Demonio!
¡Pies de plomo y cabezas afeitadas
hacen las más alegres mascaradas!

Deshilábamos las cuerdas embreadas
con uñas embotadas y sangrantes;
frotábamos las puertas y los suelos,
y las rejas de hierro las limpiábamos;
con fuerza, tabla a tabla, enjabonábamos
el piso, y con baldes lo golpeábamos.


Cosíamos los sacos, y quebrábamos
las piedras y las rocas, y volteábamos
el polvoso taladro, y golpeábamos
las latas, y gritábamos los himnos,
y sudábamos siempre en el molino;
pero en el corazón de cada hombre
yacía el Terror aún, como escondido!

El Terror se arrastraba cada día
cual ola henchida de marinas algas;
nos olvidamos del destino amargo
que al bandido y al loco les espera,
hasta que cierta vez, yendo al trabajo,
al pasar vimos una tumba abierta,

con bostezante boca de hondo hueco
como para tragarse a un ser viviente;
el mismo barro reclamaba sangre
al sitibundo círculo de asfalto;
y nosotros supimos que mucho antes
de despertar el alba sobre el mundo,
el compañero aquel sería colgado.

Y nosotros seguimos a las celdas
en el alma metidas ya la Muerte
y el Terror y el Destino. Y el verdugo,
con su pequeña bolsa, se iba abriendo
paso entre las tinieblas, renqueando...
Yo estaba tembloroso cual si fuese
camino hacia un sepulcro numerado.


Tal noche, los vacíos corredores
llenos de formas de Terror estaban;
de arriba a abajo, en la ciudad de hierro,
rondaban con pisadas taciturnas
para que no pudiéramos oírlas;
y entre las barras férreas que ocultan
la luz de las estrellas, caras blancas
entre ¡a oscuridad se percibían.

Era como quien duerme un dulce sueño
en una extensa y plácida llanura;
custodiábanlo a él mientras dormía
los celosos guardianes, pero éstos
no podían entender cómo él tenía
tan tranquilo dormir, con un verdugo
de su mano pegado noche y día.

Mas no hay sueño posible cuando lloran
los ¡hombres que jamás habían llorado;
así, todos nosotros, los insanos,
y los bandidos y los fraudulentos,
velamos esa noche interminable;
y con manos de pena se arrastraba
el ajeno Terror en los cerebros.

Qué cosa tan horrenda es sentir uno
las culpabilidades de los otros!,
porque la espada del delito, recta,
penetra hasta su puño envenenado;
¡y eran como de plomo derretido
las lágrimas ardientes que lloramos
por una sangre que jamás vertimos!


Con zapatos de fieltro, los guardianes
marchaban a atisbar por las rehendijas
de las puertas cerradas con candado,
grises figuras que les daban miedo
trazadas en los pisos, y los guardias
pensaban en por qué se arrodillaban
a rezar los que nunca habían rezado.

Hincados de rodillas nos pasamos
toda 1a noche recitando preces;
¡Locos de luto conduciendo a un muerto!
Las plumas agitadas y revueltas
de mitad de la noche, parecían
los penachos fatídicos de un féretro;
y como vino amargo en una esponja
el sabor era del Remordimiento.

* * *

El gallo gris cantó y el gallo rojo
cantó también, mas no llegaba el día;
y tortuosas figuras terroríficas
cruzaban el rincón donde yacíamos;
y cada vil fantasma endemoniado
que en medio de la noche caminaba
delante de nosotros, parecía
jugar entretenido a nuestro lado.

Ellos fosforescían y se apagaban
así como aparecen y se ocultan
los viajeros en medio de la niebla;
de la luna burlábanse y le hacían
corvetas y figuras exquisitas;
con formal paso y repugnante gracia
los fantasmas llegaban a la cita.

Y los vimos marchar haciendo muecas
y gesticulaciones; eran formas
delgadas y cogidas de las manos;
por rutas de pavor, cerca, muy cerca,
ellos trotaban una zarabanda,
y los grotescos condenados hacían
dibujos, como el viento hace en la arena.

Con las piruetas de las marionetas
tropezaban marcando las pisadas,
pero con flautas de terror, llenaban
el aire, como si llevasen ellos
sus máscaras horribles.  Y cantaban,
cantaban largamente, pues cantaban
con la intención de despertar los muertos.

¡"Ahohó" ! -cantaban ellos-- "el mundo

es ancho y los encadenados, cojos;

y una o dos veces arrojar los dados
es correcto jugar de caballeros;
¡mas nunca gana el que en pecado juega
en la Casa fatal de la Vergüenza!"


No eran cuerpos aéreos los bufones
que al danzar se hacían 'mal con alegría;
para estos pobres hombres cuyas vidas
estaban con grilletes amarradas
y cuyos pies no andaban libremente
porque estaban también encadenados,
¡ay, llagas de Cristo, tenían vida,
y eran los más terribles de mirarlos!

Al rededor, al rededor, danzaban;
algunos deslizábanse en parejas
burlonas, y con pasos zalameros
de cortesana impúdica, subían
de lado las escalas y ensayaban
sus sarcasmos sutiles servilmente,
y al mirar de soslayo, cada uno
ayudaba a rezar nuestras plegarias.

El viento matinal ya principiaba
su gemir, mas la noche persistía;
en su telar gigante las urdimbres
de las tinieblas deslizáronse hasta
que cada hebra quedó ya bien tejida;
y en tanto que rezábamos, crecía
nuestro miedo hacia el Sol de la Justicia!

El viento gemidor de la mañana
vagaba en torno a los llorosos muros
de la vieja prisión; y así, cual gira
una rueda de acero, los minutos
se deslizaban con angustia y pena;
¡Oh viento gemidor: ¿qué habíamos hecho
para tener así, tal centinela?


Por fin vimos las s0mbras de las barras
-como una celosía de plomo crudo-
directas y a través, movilizarse
frente al muro encalado de un rincón;
y miraba mi cama de tres tablas,
y supe yo que en un lugar del mundo
era roja la horrible alba de Dios.

A las seis de la mañana aseábamos
nosotros nuestras celdas, y a las siete
ya todo estaba quieto; mas el silbo
y el aletear de un ala poderosa
parecía llenar toda la cárcel,
que el Señor de la Muerte ya había entrado
a matar con su aliento congelado.

Mas él no entró con púrpura ni pompa,
ni montado en corcel blanco de luna;
¡Tres yardas solamente de una cuerda,
y alguna tabla escurridiza, es todo
lo que la fúnebre horca necesita!
Así, con una cuerda de vergüenza,
vino el Heraldo a hacer su obra secreta.


Éramos como hombres que en un fango
de sucia oscuridad, fuesen a tientas;
no osábamos decir una plegaria
ni darle libertad a nuestras ansias,
porque algo había muerto en cada uno
de nosotros mismos, y ese algo era
que había muerto en nosotros la Esperanza!


Pues la feroz justicia de los hombres
prosigue su camino sin desviarse
hacia los lados; ella mata al débil,
mata al fuerte también, y tiene un golpe
mortífero y terrible: ella asesina
-¡monstruosa parricida- !, alevemente,
con su talón de hierro a los más fuertes.

El toque de las ocho lo esperábamos
-espesa por la sed la lengua ardiente-
pues las ocho es el toque del Destino
que hace al ,hombre execrable, y el Destino
un nudo corredizo con su lazo
para todos pondrá en uso: lo mismo
para el hombre de bien que para el malo.

Otra cosa que hacer ya no teníamos
-al menos esperar la señal próxima-;
cual piedras en una valle solitario,
inmóviles y mudos nos sentábamos;
no obstante, el corazón nos palpitaba
fuerte y de prisa, cual si fuese
que en un tambor de cuero redoblara.


De repente, el reloj de las prisiones
sonó hiriendo los aires temblorosos;
de desesperación y de impotencia
un grito se escapó de los galeotes,
como el grito que oían los pantanos
salir desde el cubil de los leprosos.


Y así como miramos cosas tristes
al través del cristal puro de un sueño,
así vimos de un garfio que colgaba
de la viga mugrienta, la embreada
y grasosa cuerda. Después oímos
la plegaria que el lazo del verdugo
estranguló impasible en un gemido.

Y todo aquel horror que lo movía
para exhalar tan cruel y amargo grito,
y los salvajes arrepentimientos
y los sudores fríos y sangrientos,
nadie los conoció con la experiencia
con que yo en la prisión los conocí;
pues el que vive más de una existencia
también más de una muerte ha de morir.


IV
No hay oración en la capilla el día
que cuelgan a un proscrito de la horca;
el corazón del capellán se encuentra
enfermo en demasía, y su rostro
se halla ese día demacrado y pálido,
o es que está escrito en sus pupilas algo
que nadie puede contemplar acaso.


Por eso, nos guardaron encerrados
noche y tarde, y entonces, al sonido
de un esquilón, los guardias con sus llaves
tintineantes, cada aposento abrieron;
fuimos bajando por la escala férrea
y cada cual desde su propio Infierno.

Afuera, al dulce aire de Dios, nosotros
fuimos saliendo, pero no del mismo
modo que siempre acostumbrábamos,
pues la cara de este hombre estaba blanca
de miedo, y gris el rostro aquel tenía,
pero jamás yo vi seres tan tristes
mirar con tánto afán la luz del día.

Jamás a un ser vi yo tan apenado,
mirar con tánto afán aquella tienda
diminuta y azul que los penados
dentro de la prisión llamamos cielo,
y cada alegre nube que ensayaba
con tan extraña libertad su vuelo.


Pero algunos había entre nosotros
que marchaban bajando la cabeza,
sabiendo que si cada uno hubiese
tenido que pagar su propia cuenta,
digno se haría de morir por eso;
¡él tan sólo mató una cosa viva
y ellos mataron a su vez a un muerto!


Pues el que peca por la vez segunda
resucita al dolor un alma muerta;
de su propio sudario maculado
la arranca, haciéndola sangrar de nuevo,
y la hace sangrar gotas inmensas
de sangre, y la hace desangrar en vano!

Como un mono o un clown que están vestidos
con monstruosos disfraces dibujados
de saetas torcidas y estrelladas,
fuimos nosotros silenciosamente,
al redor y al redor del patio liso;
al redor y al redor, fuimos callados,
mas ningún hombre una palabra dijo.

Al redor y al redor, callados fuimos,
y en el hueco cerebro de cada uno
el recuerdo de cosas espantosas
como un viento mortal se despeñaba,
y el Horror nos rondaba por delante
y el Terror, por detrás, nos acechaba.

* * *

Los guardias, pavoneándose orgullosos
de arriba a abajo, en uniformes nuevos,
gala de los domingos, vigilaban
el rebaño de brutos de la cárcel,
mas nosotros sabíamos el trabajo
que estuvieron haciendo los guardianes
por la cal que blanqueaba en sus zapatos.


Pues allí donde una tumba abrieron
no se encontraba ya ningún sepulcro;
sólo una zanja había de arena y lodo
de aquella cárcel junto al muro odiado,
y un pequeño montón de cal ardiente
para que le sirviera de sudario.

Pues un sudario bueno tiene el pobre
como pocos pudieran reclamarlo;
profundo, muy profundo, bajo un patio
de pávida prisión, en duro suelo,
desnudo allí para mayor vergüenza,
yace con ambos pies encadenados
y envuelto en una sábana de fuego.

Y día tras otro día, la cal ardiente
va devorando allí carnes y huesos;
-roerá el frágil hueso por las noches
y las carnes tan blandas en el día-;
y comerá por turno carne y hueso,
pero su corazón atormentado
será constantemente devorado.

* * *

Durante un plazo de tres largos años
no sembrarán allí nada que brote;
durante un plazo de tres largos años
y el lugar será estéril y execrable,
y ese yermo rincón mirará al cielo
con ansia y con fijeza irreprochable.


Piensan que el corazón de un asesino
corrompería la más simple semilla
que ellos sembrasen. Mas verdad no es eso,
pues la tierra de Dios es más amable
de lo que creen los hombres sin entrañas:
¡La rosa roja brotará más roja,
la rosa blanca brotará más blanca!

¡Poned sobre sus labios una rosa
roja absolutamente, roja y roja!
¡Sobre su corazón una muy blanca!
Pues quién puede decir las vías extrañas
por las cuales indica Jesucristo
su voluntad divina y soberana
desde que en el bordón de un peregrino
una flor retoñó frente al Gran Papa?

Las rosas color leche o color vino
no florecen en aires de una cárcel.
el casco, el pedernal y los guijarros
Son todo lo que allí se nos ofrece,
pues las flores se sabe que apaciguan
la desesperación del que padece.

La rosa color vino o color blanco
no caerá jamás pétalo a pétalo
en la zanja de arena y de pantano
que está a los pies del muro de la cárcel,
a decir a los hombre encerrados
entre las celdas del presidio odioso,
que el Hijo del Señor murió por todos.
* * *


Aunque el odioso muro de la cárcel
al rededor y al rededor lo cerque,
y un espíritu atado con grilletes
en la noche no puede caminar,
y un espíritu que ahí yace no puede
en tan profundo sitio sollozar,

en paz se encuentra este hombre miserable;
-¡si en paz no está, no tardará en estarlo!-
no hay nada ya que pueda enloquecerlo
ni anda el Terror con él hasta la tarde,
pues ya no hay luz de Sol ni luz de Luna
en la tierra sin luces donde él yace.

Lo ahorcaron lo mismo que a una bestia
y ni siquiera un "requiem" le dijeron
que le hubiera podido dar descanso
a su ánima espantada y temblorosa;
apresuradamente lo cogieron
con el fin de enterrarlo en una fosa.

Despojaron el cuerpo de sus ropas,
y después, a las moscas lo entregaron;
y de su hinchado y purpurino cuello
y de sus ojos fijos, se burlaron,
y hacinaron con duras carcajadas
tierra en la fosa hasta cubrir el hueco
donde el pobre convicto descansaba.


No se arrodillará a rezar plegarias
en su tumba infamada, el capellán,
ni clavarán en ella la sagrada
cruz que a los pecadores Cristo da,
pues era ese infeliz uno de aquellos
a quienes el Señor vino a salvar.

Pero todo esto está muy bien. Apenas
él cruzó la corriente de la vida;
y llenarán por él la urna sagrada
de la Piedad, las lágrimas ajenas
que caigan en su tumba penitente,
pues sólo a él lo llorarán los presos.
Y los encarcelados lloran siempre.

V
Yo no sé si las leyes serán rectas,
yo no sé si serán equivocadas;
todo lo que yo sé, es que para quienes
yacen entre presidios inhumanos,
el muro es fuerte, y cada día, es como
un año cuyos días fuesen muy largos.

Pero lo que sí se yo es que toda Ley
que los hombres han hecho para el hombre
desde que el primer hombre de la tierra
arrebató la vida de su hermano
y tuvo su principio el triste mundo,
desecha el trigo, lo convierte en paja,
o lo cierne en el peor de los cedazos.


Y demasiado sé también yo esto:
-¡ay, ojalá que lo supiesen todos!-
que cada cárcel que construye el hombre
hecha está con ladrillos de vergüenza
y cegada por duros enrejados,
para que el mismo Cristo ver no pueda
cómo el hombre mutila a sus hermanos.

Con barras manchan la graciosa luna
y ciegan del buen sol los resplandores,
y su Infierno hacen bien en ocultar,
puesto que en la prisión cosas son hechas
que ni el Hijo de Dios ni el de los Hombres
no las debieran contemplar jamás.

* * *

Las acciones más viles, cual malezas
en la prisión envenenadas crecen;
pues en la cárcel se marchita y gasta
todo lo que en los hombres hay de bueno.
Y la Pálida Angustia es centinela
y guardián es también el Desespero.

Y aun al pequeño y temeroso niño
ellos lo matan con torturas de hambre
hasta que el niño llore noche y día;
y castigan al débil y al idiota
y algunos presidiarios se enloquecen
y se mofan del viejo encanecido,
y al fin todos los hombres se pervierten,
y un vocablo decir no es permitido.


Y cada estrecha celda que moramos,
es asquerosa y lóbrega letrina,
y ahoga la enrejada claraboya
el vaho hediondo de la Muerte Viva;
todo, con excepción de la Lujuria,
en polvo se convierte sin piedad
en la máquina de la Humanidad.

Y las aguas salobres que bebemos
arrastran un pantano repugnante,
y el pan amargo que en balanza pesan
está lleno de tiza y de cal blanca,
y el Sueño, sin bajar hasta nosotros,
al Tiempo grita, y con furor camina
mostrando siempre sus salvajes ojos.

Mas aunque el Hambre flaca y la Sed verde
luchen cual riña de serpiente y áspid,
ya poco nos importan las raciones,
pues lo que hiela y mata de continuo
con toda libertad, es que la piedra
que cada cual en su labor levanta
en el curso del día, se convierte,
¡ay! en el corazón de cada uno
durante nuestras noches de infortunio.

Siempre en el corazón es media noche
y crepúsculo triste en nuestras celdas;
volteábamos nosotros el manubrio
o también deshilábamos las cuerdas
y cada cual entre su propio Infierno!
¡Siempre en el corazón es media noche!
pero el Silencio es mucho más terrible
que el repicar de un esquilón de bronce!

Jamás humana voz se nos acerca
una gentil palabra a balbucirnos;
el ojo que en la puerta está mirando
nunca tiene piedad y es siempre duro;
nos podrimos, de todos olvidados,
con el alma y el cuerpo maniatados.

Y nosotros así, enmohecemos
la cadena de hierro de la vida
solos y depravados; hombres hay
que lanzan maldiciones y hay algunos
que lloran y otros hay que no se quejan,
pues las leyes de Dios son muy amables
y rompen siempre el corazón de piedra.

* * *

El corazón humano que se rompe
en celda de prisiones o en el patio,
es como el recipiente quebrantado
que lleva su tesoro a Jesucristo,
y unge la sucia casa del leproso
con su nardo más fino y delicado.


¡Ah ! Bienaventurados sean aquellos
cuyos sensibles corazones pueden
quebrantarse y ganar paz y perdones;
¿pues de qué otra manera podría el hombre
seguir sus rectos planes y limpiarse
el alma de pecado y padecer?
¿Si no de esta manera, de qué modo
puede Cristo Señor entrar en él ?

* * *

Y aquel hombre de cuello amoratado
y los ojos abiertos siempre fijos,
espera para sí las santas manos
que guiaron al ladrón al paraíso,
pues un quebrado corazón contrito
no lo despreciará el Crucificado.

Aquel que lee la Ley, vestido en rojo,
tres semanas no más le dio de vida;
¡tres semanas no más para sanarse
el alma de la lucha de su alma,
y limpiarse la sangre arrepentido
de esa su mano que empuñó el cuchillo!

Y limpió con sus lágrimas de sangre
aquella mano que empuñó el acero,
pues las manchas de sangre, únicamente
se borran estregándolas con sangre,
y sólo el llanto nos concede alivio:
la mancha roja de Caín, tornóse
en el sello más cándido de Cristo.


VI
En la Cárcel de Reading, junto al pueblo
de Reading, hay un hoyo de vergüenza
en donde yace un hombre miserable
comido por los dientes de las llamas
y envuelto en una sábana de fuego.
Sin nombre está su tumba abandonada.

Hasta que Cristo llame un día a los muertos
en su silencio yacerá él allí;
no necesita ya lágrimas vanas,
ni un montón de suspiros quiere ahí:
¡ese hombre asesinó lo que adoraba
y por eso tenía que morir!

¡Todos los hombres matan lo que aman!
-y que sea por todos esto oído-:
algunos lo hacen con mirada amarga,
algunos con palabras de dulzura;
el cobarde asesina con un beso
y el hombre de valor con una espada!

Fin